Rodando Calles; una opción de cultura y deporte contra las adicciones en La Laguna

En el Centro Cultural, al momento son aproximadamente cincuenta alumnos los que participan, entre niños, adolescentes y jóvenes.

Centro Cultural Rodando Calles. | Facebook
Lilia Ovalle
Matamoros, Coahuila. /

La asociación Rodando Calles suma ya dos años en Matamoros difundiendo la cultura y el deporte con el objetivo de inhibir que los niños, adolescentes y adultos encuentren refugio en las drogas.

Así lo expresó el artista y promotor cultural Sergio Silveti, quien este año presentó el monólogo de Rupestre y contabiliza al menos una treintena de visitas con proyectos culturales y de esparcimiento social en las zonas marginales.

“Rodando Calles es una asociación civil sin fines de lucro, nuestra matriz está frente a la plaza principal. Como asociación legalmente establecida ya tenemos dos años, ahora estamos en proceso para conseguir los deducibles de impuestos, y tenemos proyectos que nos parecen interesantes y que están enfocados a la cultura y el deporte. De lo que más nos sentimos orgullosos es que abrimos un centro cultural que es para toda la familia”.

¿Dónde está ubicado?

En este centro cultural se dan

clases de wushu y kung fu,

y en el ramo deportivo, dijo Silveti, los maestros y alumnos fueron hace quince días a competir a Lima, Perú, y regresaron con medallas de

oro y plata.

Su ubicación es calle Niños Héroes 118 en la zona centro del municipio.

“Dentro del centro cultural también tenemos los talleres de pintura al pastel y al óleo, taller de guitarra, y bueno, estamos desarrollando distintas actividades. La primera, que más nos gusta, es la de prevención a las adicciones, donde se hace una plática con un personaje que se llama Siviripicui que se aprovecha para ir y platicar con adolescentes y jóvenes porque trabajamos con alumnos de secundaria y preparatoria, visitamos los planteles y hablamos con ellos para prevenir esta problemática que la verdad en Matamoros nos está pegando bastante”.

Sergio Silveti dijo que al momento son al menos cincuenta alumnos los que participan, entre niños, adolescentes y jóvenes. Y para abarcar a todas los usuarios se idearon las rodadas que se hacen cada quince días por el municipio.

“Cada miércoles estamos Rodando Calles y este es un ejercicio para la convivencia, para que lleguen padres, hijos, las mamás y los abulelitos, porque siempre nos dicen que somos un pueblo bicicletero y sí, por qué no presumir que somos un pueblo bicicletero; si Ámsterdam es un pueblo bicicletero, por qué no presumir nosotros.
“Antes teníamos una pequeña caravana y en esta idea de tratar de recuperar los espacios públicos a través de las artes y la cultura, teníamos teatro o de exposición de pinturas, llegábamos a la plaza e invitábamos a la gente para que viera que hay otras actividades qué hacer y que en Matamoros hay espacios dónde enfocar a nuestros jóvenes y niños”.

Silveti dijo que en ese sentido hace quince días se presentó el monólogo de Rupestre, actividad que se realizó para recaudar fondos toda vez que se tienen que pagar renta, servicios así como limpieza y mantenimiento del espacio cultural.

“A través de las obras de teatro estamos sosteniendo o financiando esta asociación. Ahorita tenemos cuatro maestros; la maestra de pintura se llama Alelí Castañeda, el profesor José Luis Navarro, que es uno de los medallistas, la maestra Ariane Rodríguez y Víctor Vega en guitarra. Además estamos trabajando mucho con las escuelas e incluso las rodadas también las estamos llevando a las comunidades rurales porque siempre son las que se consideran al final en todos los aspectos”.

Es así como a los ejidos se llevan funciones con cuentacuentos en tanto se impulsa el acondicionamiento físico a través del ciclismo, en tanto que las visitas a primarias, secundarias y preparatorias se realizan constantemente. Los vínculos con empresas y el propio ayuntamiento se van gestando y Silveti refirió que los proyectos culturales independientes en el camino se van encontrando en el municipio.

“Siempre la cultura es como esa herramienta para la transformación social porque vemos que podemos recuperar los espacios públicos; a través de la cultura podemos desarrollar habilidades emocionales e intelectuales para identificarte y descubrir quién eres y de cierta manera aceptarte porque muchos de los problemas, cuando vamos a entrevistar a los muchachos, no saben quiénes son ni que hay otros espacios para su desarrollo.
“Siempre nos quedamos con que somos de barrio y aquí nos quedamos. Y bueno, sí somos de barrio, pero también vamos a emprender, a conocer, a descubrir otros aspectos para ampliar la panorámica. Esa es una de las finalidades”.

dahh.

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