Catalogado como uno de los tres grandes pintores del siglo XX en México, el muralista José Clemente Orozco destaca por su técnica, capacidad de síntesis y creatividad para plasmar las injusticias sociales de un país en busca de identidad, el impulso de los héroes patrios y la importancia de los fenómenos sociales y políticos, empleando en ello sus característicos tonos rojos y negros.
Oriundo de Jalisco, el artista plástico vivió en la ciudad de Guadalajara, donde instaló su casa-taller, convertida hoy en museo.
En el Paraninfo Enrique Díaz de León, en la Universidad de Guadalajara, se ubican sus murales El hombre creador y rebelde y El pueblo y sus falsos líderes. De igual trascendencia es su trabajo el Hospicio Cabañas, que ha adquirido renombre internacional. Ambos lugares están abiertos a todo público sin previa cita, por lo que resultan visita obligada en un paseo tapatío.
Palacio de Gobierno
Orozco realizó aquí uno de sus principales trabajos: un mural que unifica las paredes y la bóveda de la escalinata principal para abordar en un tríptico el tema de la Independencia de México. Al centro, Miguel Hidalgo —cuya imagen no se deforma desde ningún punto— se levanta con una antorcha en la mano en el lugar donde emitió su decreto para abolir la esclavitud en 1810.
La obra está dividida en cinco partes: “Las fuerzas tenebrosas”, “Luchas fratricidas”, “Hidalgo”, “Las víctimas” y “El circo contemporáneo”, en las que se interrelacionan la Iglesia, el Estado y las corrientes de pensamiento de la época de José Clemente, por lo que es posible encontrar una cruz, una suástica nazi, la hoz y el martillo, y los típicos bonetes eclesiásticos.
Este cura Hidalgo, con el rostro enardecido y actitud combativa, tiene también una dosis de infierno —más allá de las llamas que el autor solía pintar al perder una mano en un accidente con pólvora—, pues lo responsabiliza, a la vez, de la muerte de miles de españoles durante la guerra.
En contraste, en el Salón de Sesiones del Poder Legislativo se muestra el fresco La gran legislación revolucionaria mexicana: junto a Carranza, Morelos y Juárez se levanta la figura de un Hidalgo completamente diferente: menos exaltado, hasta triste, debido quizá a que fue la última obra mural pintada por Orozco.
Instituto Cultural Cabañas
Mejor conocido como el Hospicio Cabañas, el Instituto Cultural Cabañas es un organismo dedicado a la preservación, investigación y divulgación de la obra de Orozco. En 1937, éste fue invitado a pintar el interior de la capilla mayor. Menos de dos años le tomó realizar esta imponente obra, considerada Patrimonio Mundial por la Unesco junto con todo el edificio, diseñado por Manuel Tolsá.
Son 57 los frescos en donde se puede apreciar algunas escenas de la Conquista y la posterior evangelización, la esclavitud de los indígenas, la transformación de su mundo a una nueva sociedad que aportó la escritura y la lectura occidental ampliando la comprensión de los mexicanos mientras los engañaba, robaba y asesinaba. Siempre vio a la antigua civilización mexicana con horror y admiración.
En el centro de la capilla se encuentra El hombre en llamas, pieza que se puede admirar desde cualquier ángulo sin que las figuras se deformen. Muestra cuatro etapas en la vida del ser humano: la juventud, la madurez, la vejez y, al centro, un posible renacimiento al mero estilo del Ave Fénix.
Como escribió el poeta, ensayista y estudioso de las artes plásticas Octavio Paz en su libro Los privilegios de la vista, “Orozco no cuenta ni relata; tampoco interpreta: confronta los hechos, los interroga, busca en ellos una revelación que puede descubrir el visitante avezado”.
Sede de Gobierno
Situada en Avenida Ramón Corona número 31, puede visitarse gratuitamente de 9:00 a 19:00 horas.
Hospicio Cabañas
Ubicado en Cabañas 8, el Instituto Cultural Cabañas atiende de 10 a 18 horas. Boleto: 45 pesos.
Congreso
En el salón que fue sede de la Cámara de Diputados en Palacio, también se puede visitar su obra.