“La poesía es un arma política”: Piedad Bonnett

La escritora Piedad Bonnett (Colombia, 1951) se sonroja y ríe cuando MILENIO le pregunta sobre la definición con que se conoce su trabajo: poesía bonnettiana.

“Y también me hicieron una antología por el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2024 donde hablan del ‘universo bonnettiano’ (risas) pero uno nunca se mira desde ahí afuera, uno se está mirando siempre desde adentro y todo eso se agradece, pero siempre sorprende. Aparte bonnettiano suena muy pesado; imagina qué maravilla, uno a años luz de esos grandes poetas, pero se agradece”.

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​Ella considera que Lo terrible es el borde. Antología poética (Visor de Poesía) es un libro que ayudará a que más gente se acerque a su faceta como poeta, que inició con la publicación de De círculo y ceniza (1989).

“Hay cosas que se dicen en la prosa pero que necesitan otra forma para expresarse, son dos lenguajes muy distintos y yo descubrí que podía expresarme en los dos, porque hay poetas que son solo poetas o narradores que jamás serán poetas, aunque hay un grupo de gente que puede hacer las dos cosas, la novela y la poesía, pero yo pienso que mi lenguaje más natural es la poesía”.

La razón, señala Piedad Bonnett, es que “creo que los poetas tenemos un tipo de mente como el dibujante o el músico, quiero decir como una especie de talento innato. El novelista se puede hacer a fuerza de leer, de aprender, pero yo creo que el poeta no; eso lo entendí cuando fui directora de un taller de escritura creativa y ahí mismo veía que chicos jamás iban a poder ser poetas, ¿sabes por qué? Un pensamiento totalmente dominado por la razón, ese que es incapaz de desarticular el lenguaje y de crear imágenes y luchaba tratando de hacer poesía pero no lo conseguían”.

Para Piedad Bonnett ser poeta es ser un poco niño: “Pensamos que los niños son inocentes y no siempre lo son, son tremendamente perversos. Los niños, tú los pones a dibujar y tienen como una capacidad de apartarse de la realidad con un tipo de imaginación que les permite juntar cosas imposibles, que es lo que hacían los surrealistas, juntaban lo imposible para hacer un tipo de poesía y yo creo que los poetas hacemos eso”.

Y agrega que la literatura siempre es una forma de resistencia en cualquier manifestación.

“En mi caso, la rebeldía creo que se expresa mejor en la prosa, pero claro que hay poetas tremendamente rebeldes. Pero lo que sí hay en mis dos mundos son las mismas obsesiones: el amor, la muerte, la enfermedad del cuerpo, el dolor. La novela te permite distanciarte y poner en otros cosas tuyas, pero la poesía te desnuda y te deja a la intemperie”.

La entrevistada opina que la poesía siempre ha servido para las mismas cosas, que es crear y es una comunicación muy honda entre la soledad del poeta y la soledad del lector, como decía Fernando Savater.

“La poesía se acerca a lo más esencial del mundo, al deslumbramiento de la belleza, al desconcierto, al misterio y la muerte. Pero la poesía también es un arma política muy importante; la poesía debe crear un cierto malestar, y en general la literatura. La poesía se enfrenta a los grandes poderes con humor, con ironía, a veces con una beligerancia tremenda; no es necesario que se explicite el momento histórico que estás viviendo y, sin embargo, desde el momento que estás viviendo se puede tocar la realidad histórica en la que te encuentras.

Finalmente, la escritora colombiana aseguró que “ahora podemos escribir libros que denuncian montones de cosas; puedes hablar de migrantes, odio, de género, del patriarcado en la poesía, de la violencia de un país, del dolor de las masacres y de la desaparición; entonces, la poesía es un arma de combate, pero claro, es una manera de decirlo, porque no hay nada más pacífico que la poesía, hacemos la guerra con las palabras nada más”.

PCL