En un país con profundas y ancestrales tradiciones, el Festival Qingming o Día de Barrer las Tumbas, que se celebra el 5 de abril, recuerda en mucho el Día de Muertos en México, pues millones de chinos visitan en esta jornada los cementerios del país para rendir homenaje a sus antepasados.
Al igual que se sucede en la tradicional fiesta mexicana en la que se rinde culto a los familiares y amigos idos, los chinos limpian las tumbas y las adornan con flores, hacen ofrendas de comida o incluso de dinero, con billetes ficticios creados para la ocasión que se queman junto a las tumbas para que lleguen al más allá.
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En el sur del país, a esta costumbre se añade la de quemar miniaturas en cartón de casas, coches o aparatos tecnológicos, todo para que a sus difuntos no les falte nada en su viaje.
[OBJECT]En estos días también son numerosos los datos que circulan en China sobre temas funerarios, por ejemplo, según asegura la Changsha Social Work College, la oferta de trabajo en la industria funeraria es mucho mayor que la demanda.
En esta academia, los alumnos pueden estudiar cursos relacionados con las empresas mortuorias, como son escribir obituarios, diseñar tumbas y cementerios, o conocer técnicas de embalsamamiento.
Aunque ha habido un aumento en el número de estudiantes, los empresas compiten por los graduados, ya que cada año se gradúan unos 300 estudiantes pero en el sector hay más de mil 600 vacantes de empleo.
[Como en México, en el Día de Muertos chino se festeja con comida y flores en los cementerios | Foto: Especial]
Según la tradición china, el muerto ha de viajar al más allá de la forma más intacta posible, pero desde hace décadas en las grandes ciudades chinas es obligatorio incinerar los cadáveres debido a los problemas de espacio que tienen los cementerios.
Desde el gobierno se promocionan funerales alternativos y cada vez son más los chinos que eligen los llamados funerales verdes, como el esparcimiento en el mar de las cenizas o su enterramiento cerca de los árboles.
Según la Oficina de Asuntos Civiles de Pekín, los entierros ecológicos representaron el 44 por ciento de todos los entierros en 2017 y el 3 por ciento fueron entierros en el mar.
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El Ministerio de Asuntos Civiles emitió un lineamiento este mes que establece un objetivo nacional para que las ceremonias verdes constituyan el 50 por ciento del total anual para 2020.
“Se promoverán en gran medida los métodos ecológicos que ocupan menos tierra o consumen menos recursos y usan materiales degradables”, apunta la guía.
Sin embargo, todavía hay muchos chinos que están arraigados a las formas tradicionales de entierro en una tumba, por lo que desde el gobierno se lanzan incentivos monetarios como el plan llevado a cabo en Wenling (Zhejiang), donde se les paga mensualmente a las personas que eligen un entierro en el mar.
Así, los mayores de 70 años que adopten este plan recibirán una remuneración mensual basada en su edad de entre 100 yuanes (unos 15.80 dólares) hasta los 400.
Muerte y nuevas tecnologías
[Reconstrucción del rostro de una difunta accidentada por impresión 3D | Foto: thebeijinger]
Pero también las nuevas tecnologías y la realidad virtual se ponen al servicio de la muerte en China y cada vez son más los usos que les dan las funerarias, que aprovechan esta semana para mostrar llamativas novedades tecnológicas.
[OBJECT]Hay, por ejemplo, un programa de simulación virtual de la muerte, que fue presentado hace unos días por la funeraria más grande de Pekín, Babaoshan Funeral Parlor. A través de gafas de realidad virtual y auriculares, los usuarios pueden experimentar distintas escenas relacionadas con la muerte: por ejemplo cómo se sufre un ataque al corazón en la oficina, cómo transcurre el rescate paramédico y la atención hospitalaria de los doctores y de ahí hasta una visión de la entrada al más allá.
“Experimentar esto permite a las personas apreciar mejor la belleza de la vida”, aseguró el empleado de la sala funeraria Dong Ziyi al diario local The Beijing News.
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Aunque este programa es temporal, la funeraria ya usa también nuevas tecnologías como los códigos QR, que se utilizan para evitar la identificación errónea de los cadáveres.
Esta funeraria incinera 22 mil cadáveres cada año, un cuarto de la demanda total de la capital china, y también ha lanzado este año un servicio de impresión en 3D por el que los cadáveres pueden ser reconstruidos en el caso de que hayan quedado desfigurados.
De esta forma busca ofrecer a las familias una forma para que sus seres queridos se “puedan presentar con más dignidad” el día de su funeral.
A través de la tecnología y con fotografías del fallecido, se crean prótesis faciales que pueden restaurar la cara de las personas que murieron en accidentes por fuego o por enfermedades como tumores faciales.
[Se incrementan los entierros ecológicos y "amigables" de cenizas de los difuntos | Foto: Especial]
*Con información de EFE
AG