Atrévete a explorar una realidad que aún se antoja extraña, marginal y provocativa a la vez que sincera, cercana y tierna, pues esta puesta en escena nos llevará por la vida y obra de quien fue conocida como la "fotógrafa de los freaks", Diane Arbus.
Nacida en 1923 bajo el apellido Nemerov, Diane se crio en el centro de una adinera familia judía de Nueva York, que estaba involucrada en el negocio de la moda; lo que más adelante le facilitaría entrar en este campo. A los 14 años Diane inició un romance con Allan Arbus, con quien se terminó casando a los 18 años. Fue su apellido el que adoptó, quien le regaló su primera cámara y con quien comenzó a aprender fotografía, arte que cambiaría por completo su visión del mundo. El matrimonió fue exitoso en el mundo de las revistas de moda —Esquire, Vogue y Harper’s Bazaar— y el talento de Diane no tardó en superar el de Allan.
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Estudió con otras reconocidas fotógrafas como Lisette Model y Berenice Abbott, y ganó una beca Guggenheim cuando comenzó a publicar sola. Tras divorciarse y ver la película Freaks, de Tod Browning, su carrera como fotógrafa se transformó totalmente. Ella decidió dejar el mundo de las hermosas modelos, las imagenes complacientes y las vanguardias artificiales, y comenzó a salir a la calle recorriendo los barrios miserables de Nueva York. Enanos, gigantes, tatuados, gente con discapacidad intelectual o alguna anormalidad física, prostitutas y transexuales pasaron por su lente logrando captar una belleza inquietante, y muchas veces una brutal ternura. Personas a las que la conservadora sociedad estadounidense se negaba a ver, apreciar y entender.
Diane Arbus terminó suicidándose ingiriendo barbitúricos y cortándose las venas en 1971. Hay una película sobre ella —Retrato de una pasión—, protagonizada por Nicole Kidman. Arbus no era una turista en el infierno a la caza de emociones fuertes, sino una artista que usaba la fotografía para revelar, a través de la fragilidad y la singularidad de sus modelos, lo no visible y lo no decible de la experiencia humana. La gente normal también pasó por su cámara, sin embargo, como escribió Susan Sontag, “fotografiado por Diane Arbus, cualquiera es monstruoso”.
Ahora, con dramaturgia de Itzel Lara y las actuaciones de Itzhel Razo y Vlad Grajales, llega a los escenarios nacionales la obra Diane, la cual contará con una breve temporada en el Teatro La Capilla. Adéntrate en esta extraña visión y disfruta de la puesta los lunes a las 20:00 horas hasta el 12 de septiembre. El costo del acceso es 300 pesos y puede en taquilla o en la página de Boletópolis. El uso de cubrebocas es obligatorio y se recomienda guardar la sana distancia.
AMS