El compositor y pianista ruso Aleksandr Scriabin (1872-1915) fue uno de los más innovadores músicos del siglo XX, cuyas aportaciones están al nivel de las de Arnold Schoenberg; a pesar de ello, sólo es reconocido por un pequeño círculo de escuchas.
- Te recomendamos La Titería: teatro para los más pequeños durante cuarentena Laberinto
Durante su primera época, sus composiciones tenían aún las huellas de Frédéric Chopin; posteriormente, llegó a la atonalidad sin conocer el trabajo de Schoenberg; aquella tendencia que no se ajusta al sistema de jerarquías tonales que caracterizaba al sonido de la música europea entre el siglo XVII y los primeros años del XX.
La sinestesia fue un elemento clave en su obra. Considerado también como uno de los máximos exponentes musicales del posromanticismo, su obra parece revelarse contra las formas sonoras preferidas de la burguesía, presentando complejos retos tanto para los interpretes como para los escuchas, y cuyos temas van de la confidencia romántica al esoterismo misterioso, ya que Scriabin también estuvo interesado en la teosofía y el misticismo.
Sus diez sonatas para piano son su obra mayor, pero igual se destacan piezas como El poema del éxtasis, Prometeo: El poema de fuego o Fantaisie en sí menor.
En la XIX edición del festival En blanco y negro que se efectuó en el Cenart, el pianista serbio Misha Dacić le dedicó un recital conmemorativo al compositor ruso por su centenario, el cual está disponible en su canal oficial de YouTube, así como muchos otros conciertos, gracias a la campaña Contigo en la Distancia.
AMS