El grupo chileno Los Bunkers estuvo en actividad alrededor de quince años hasta su separación en 2014; en ese tiempo lanzaron siete álbumes de estudio y se consagraron como una de las mejores y más influyentes bandas latinoamericanas de las últimas décadas. Su base fueron dos pares de hermanos, Francisco y Mauricio Durán y Álvaro y Gonzalo López. Luego de la separación, los integrantes siguieron su camino; los hermanos Durán fundaron Lanza Internacional y Álvaro López inició su carrera solista con su banda López.
Por estos días se ha lanzado el documental Álvaro López; el cual cuenta con la participación del fotógrafo Matías González, fue dirigido por Tomás Utillano y filmado en Buenos Aires hace seis años, tiempo en el que se mantuvo oculto. Es una aproximación íntima y espontanea a López que capta un momento de grandes cambios, pero también de paz. Ya está disponible en el canal de YouTube de Utillano.
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Álvaro nos habla sobre esta cinta y proyectos que ahora dirige:
—¿Cuál fue el reto principal al que te enfrentaste tras la separación de Los Bunkers?
Hubo un montón de retos. Con Los Bunkers, los hermanos Durán se habían aplicado más con la tarea de la composición y yo llevaba otra velocidad de aprendizaje, pero ahora soy el responsable. Ha significado también enfrentarme a nuevos compañeros y generar una sinergia en la sala de ensayo.
—¿Cómo vas con tu carrera solista?
El rock es lo que me lleva. El grupo es de guitarra clásico y en cuanto a las piezas he vuelto a las canciones más honestas. He estado escuchando mucha canción chilena de antes: Víctor Jara, Violeta Parra, Quilapayún, Inti Illimani… He estado leyendo muchas cosas de esa época y también he estado escuchando la radio, viendo estéticas nuevas.
—¿Qué representa el documental?
Capta ese momento de estar a la búsqueda de algo. Está hecho en Buenos Aires y el marco le da un aire de desarraigo, de estar buscando una casa nueva. Lo que propone este documental es estar como en una tertulia y eso se agradece.
AMS