Un escritor se adentra en la selva amazónica en busca de inspiración para su nueva novela. Acompañado por su soledad, su orfandad y una libreta, se encuentra con una iguana, un maestro y el poderoso canto de la selva. A través del río, emprende un viaje onírico hacia su interior guiado por seres míticos, enfrentando duelos no resueltos, descubriendo el amor propio y encontrando medicina ancestral.
Tal es la historia de El AmareSer o El canto de la selva, monólogo que representa el debut como dramaturgo de Erick Israel Consuelo, quien, después de varios años en el teatro, se aventura en esta íntima creación inspirada en experiencias personales. Con esta obra, Erick cierra la residencia artística como creador en el Teatro La Capilla, después de dos años, donde presentó diferentes proyectos como actor, director y productor. Platicamos con él sobre esta puesta en escena:
— ¿Puedes explicar qué es el teatro medicina?
Parte de una investigación que he estado realizando durante varios años. Para mí lo importante es hablar del trabajo espiritual, del trabajo ritual. Si bien el teatro ya es un ritual, creo que a veces olvidamos como creadores esa importancia de lo que significa: la comunión entre el público y el actor. Por el hecho de que el espectador va a vernos ya es ritual. Parto del trabajo de la medicina ancestral, con el trabajo de la tierra, con los animales de poder y lo llevo a escena.
— ¿Esto lo llevaste a la residencia que tuviste y que da pie a la obra?
Sí, pero previo a este proyecto estuve presentando otro que dio pie a la investigación donde participa el público contando sus experiencias, que luego dio lugar a otro proyecto donde traigo a escena a músicos medicina, a gente de temazcal y otras disciplinas en convivencia con los actores y el público. Finalmente llegamos a El AmareSer o el canto de la selva, que es un monólogo de autoficción a partir de experiencias personales y el encuentro con todo este universo. Es la historia de un escritor en busca de su creatividad en un proceso de duelo que se adentra en la selva amazónica.
— Me parece que esa sanación también se dirige al público, ¿qué relación tendría con la catarsis griega?
El teatro nace con las fiestas dionisiacas y este proyecto tiene que ver con eso. Parto del ritual, de la celebración, del encuentro con la medicina ancestral, de la celebración a la tierra, a las plantas sagradas, al río de la selva… Nuestro conducto en esta obra, donde se centra el escritor, es a ese río de la selva, al cantar de la selva, y es ahí donde el personaje se encuentra con el espíritu de la madre selva y reconecta con su esencia. También es una oda a reconectar con ese teatro, con ese ofrendar el trabajo, el ritual del teatro, a esos espíritus en conexión con lo que somos.
La obra El AmareSer o El canto de la selva se presentará los domingos, hasta el 15 de diciembre, a las 18:00 horas en el Teatro La Capilla. El costo del boleto es de 250 pesos (descuentos habituales) y puede adquirirse en taquilla o a través del sistema Boletópolis. Se recomienda el uso de cubrebocas.
AMS