El baterista mexicano Antonio Sanchez viene a México con su grupo Migration para tocar el domingo 15 de diciembre en el Teatro Ángela Peralta su nuevo álbum Lines in the Sand. El cinco veces ganador del Grammy y baterista de Pat Metheny nos habla de su idea musical.
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Háblanos de tu experiencia como músico mexicano de jazz; ¿tu caso sería excepcional?
Excepcional en el sentido de que no ha habido muchos músicos de esta manera. Tengo la teoría de que habría muchos más mexicanos en la escena del jazz internacional si las leyes migratorias no fueran tan restrictivas para nosotros. Hay muchos latinos que la están armando bien.
El elemento monetario influye también.
Claro, si uno pudiera venirse a Estados Unidos y trabajar aunque sea de mesero estaría mejor. Yo tuve la gran fortuna de venirme en un momento en el que no era tan difícil hacerlo y la escuela (Berklee) fue una buena oportunidad. Mi madre pagó la colegiatura y le tocó la devaluación de 1994; imagínate, quedó bien endeudada. Yo ya que estaba trabajando años después, le ayudé a pagarla.
Aquí, con el deseo de hablar de un jazz mexicano se han hecho fusiones con música tradicional, del mariachi al son, ¿para ti es necesario hacerlo así?
Creo que no; el jazz hecho por mexicanos es inherentemente mexicano. Yo lo que estoy tratando de hacer es escribir la música que me sale. Si sale lo mexicano, bien; si no, no siento que tenga que forzarla. Cada vez va saliendo más orgánicamente; cada vez estoy tratando de involucrar más elementos culturales mexicanos en lo que estoy haciendo sin que sea muy literal como el mariachi. Hay cosas que se me hacen muy forzadas, pero sí siento que estoy metiendo más elementos mexicanos en lo que estoy haciendo.
RP