Un poco de música que otorgue algo de paz espiritual no caerá mal en estos días de encierro. Es curioso que músicos de los llamados países bálticos sean quienes más destaquen en la composición de música religiosa en nuestros días. El más conocido para el público mexicano es el compositor de Estonia, Arvo Pärt.
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Precursor del minimalismo sacro, su estética radica en tonos simplificados que resalta los silencios y las campanas en múltiples obras, invitaciones a fascinantes viajes para redescubrir viejas armonías; cantos gregorianos, polifonías renacentistas, las raíces de la música occidental.
Arvo Pärt ha sido prolífico durante su trayectoria, componiendo obras corales, vocales, orquestales, instrumentales y solistas, he incluso creó una composición coral dedicada a la Virgen de Guadalupe; entre las piezas ideales para conocerlo destacamos “Spiegel im Spiegel”, para piano y violín o chelo, “Salve Regina”, composición para coro, celesta y orquesta de cuerdas, y “Stabat Mater”, para coro, trío de cuerdas y continuo.
Menos conocido, pero no inferior en calidad resulta el compositor nacido en Lituania Peteris Vasks; su estilo, al que califican de ‘claro y comunicativo’, está presente en “Lord Open Our Eyes”, para coro y orquesta.
Sin duda música que refresca el espíritu humano y relajarte durante la cuarentena.
AMS