Con un excelente uso del humor negro y un agudo sentido de la crítica, Corruptocracia, de Felipe Villarreal, Premio Nacional de Dramaturgia Emilio Carballido 2016, cuenta el tortuoso camino que recorrerá la comisaría del ejido Los Pajaritos, tras solicitar, sin éxito, un permiso del Gobierno del Estado para extraer agua del subsuelo y poner fin a la sequía que arrasa la región. La obra es una mirada cruda con una gran dosis de comedia, a un sistema retorcido e ineficaz, una burocracia laberíntica de la que se aprovechan los políticos mexicanos.
El espectáculo, además, se auxilia en el uso de instalaciones, arte objeto y ready made para llevarnos por esta historia plagana de ineptitud y cinismo, que pone a la corrupción como el mal principal que deteriora al país. Al respecto nos habla su director, Alberto Ontiveros:
— ¿Lo que presentan es una situación que nunca desaparecerá?
La historia es muy sencilla, es lo que nos ha pasado a todos: una señora va a pedir un permiso, a buscar un sello para un trámite de un pozo. Una cuestión meramente burocrática se convierte en una situación que la mayoría hemos padecido y hemos tratado de eliminar por todos los medios: la corrupción que se normaliza desde abajo y llega a lo más alto del poder político
— Ese aspecto burocrático que mencionas, ¿se convierte en algo kafkiano o se trata nada más de la denuncia?
La idea de Carlos Fuentes de que, si Kafka hubiera sido un escritor mexicano, hubiera sido costumbrista, acá queda claro. El texto es de Felipe Villarreal y estuvimos un par de años tratando de hacer el montaje. Es una obra de teatro formal, pero quisimos darle la vuelta y la diseñamos como teatro de objetos haciendo un híbrido que también mezclaría el teatro formal y el performance. El resultado fue maravilloso y bastante dinámico.
— Para ti, ¿hay diferencia entre la corrupción pequeña y la corrupción grande?
Sí, eso lo marca bien el texto. Los juguetes que manejamos son dinosaurios y la corrupción va escalando con el tamaño del objeto que vamos manipulando. Ahí está el símbolo y el final es muy catártico para los espectadores. Se parte del mismo germen, pero no es lo mismo cuando te afecta personalmente a cuando afecta a toda una comunidad.
La obra Corruptocracia se escenifica los miércoles a las 20:00 horas en la Sala Novo del Teatro La Capilla, hasta el 31 de mayo. El costo del boleto es de 200 pesos (descuentos habituales) y puede adquirirse en taquilla o a través del sistema Boletópolis. Se recomienda el uso de cubrebocas, así como mantener la sana distancia.
AMS