Formado en el 2013 entre Ciudad Juárez y El Paso, Texas, el grupo Flamél ha dado vida a un proyecto en el que la psicodelia ocupa un sitio central. Daniel Corpus (vocalista), Ángel Ramírez (bajista) y Sergio Hernández (guitarra) han encontrado el sonido que deseaban, mezcla de sus influencias fronterizas, donde el rock y el pop tienen una fuerte vibra sesentera. Dichos tonos quedan patentes en su EP Kimojasaky, del que se han desprendido los sencillos "La flor mexicana", "Tenshi" y “Planetas”, los cuales ya están circulando por diversas plataformas.
Ángel conversa de la trayectoria y la propuesta de Flamél, un ritmo que aún es poco explorado de este lado de la frontera:
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—Háblanos un poco de la historia del grupo.
Flamél nació a finales de 2013. Es un proyecto que empezamos Daniel y yo y que al poco tiempo se unió Sergio, para hacer una fusión de géneros, space music y música psicodélica, sobre todo. Hemos grabado un álbum, que apareció en 2016 y fue totalmente casero; a finales de 2020 vamos a lanzar nuestro EP, producido por Manuel Calderón de Chamanas.
—Al menos al otro lado de la frontera parece que lo psicodélico está regresando, ¿para ustedes qué representa?
El rock psicodélico en los sesenta fue un nicho de música underground de donde salieron bandas de culto que nos marcaron. Actualmente está teniendo un resurgimiento muy importante, de nuevo está de moda.
—Instrumentalmente ¿qué recursos manejan de ese tiempo?
En nuestro sencillo que estamos promocionando, “Tenshi”, la base está inspirada en la música electrónica y en el pop. Ahí le dimos un giro totalmente, pero la guitarra tiene distorsión y wah, que son clásicos del rock sesentero y setentero.
—¿Lo temas son creación colectiva?
Uno lleva una idea nueva y sobre eso trabajamos; por ejemplo, en este sencillo, yo llevé la idea de los pianos y de eso a todos les llegó la chispa de inspiración y salió como queríamos.
AMS