Aunque sus orígenes estadunidenses nunca podrán a ser extirpados, a Kevin Johansen se le reconoce ante todo como músico argentino. Algo Ritmos, su reciente disco, tuvo dos nominaciones a los Latin Grammy. Temas de Algo Ritmos y éxitos de su carrera estarán presentes en su concierto de este miércoles 11 a las 21 horas en el Lunario del Auditorio Nacional. Platicamos con Kevin.
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Cuál es tu evaluación de todos estos años de carrera, ¿crees que el último disco siempre es el mejor?
Eso lo decide el tiempo, que es el mejor crítico en todo; pero esperemos que sí. Este disco fue el primero en muchos en que me tomé un descanso de la banda, lo produce Matías Cella que colaboró con Drexler. Subimos al escenario integrantes nuevos.
Por tus raíces, pensar en un solo estilo era impensable. Qué tanto la parte norteamericano se ha arraigado en tu música.
La crianza mía fue por mi madre. Mi madre se casó con un mexicano de Mazatlán; vivimos en la bahía de California de mis seis a mis doce años. Eso me marcó mucho. La presencia del español en casa y la cuestión del espíritu latinoamericano estuvo muy fuerte. Lo norteamericano es una presencia intrínseca. Tengo la raigambre del folk gringo, que a mi madre le gustaba mucho: Joan Baez, Bob Dylan...
Tu manejo del humor, como en Les Luthiers, es serio, si no perdería sentido.
Claro, es como la famosa frase de Mark Twain que dice que quien no toma en serio el humor no es serio. El buen humor parte de la observación y tiene una crítica social muy profunda. Yo lo aplico con naturalidad. La risa está presente en los músicos y aparte jugamos permanentemente con las palabras, entonces cómo no va a haber humor.
RP