Las locuras de Peter Kuper

Libros

Donald Trump, Franz Kafka, Picasso y el periodismo en México: estos son algunos de los temas que el ilustrador estadunidense tocó en esta entrevista.

Peter Kuper, autor de 'Kafkiana'. (Foto: Ángel Soto)
Ángel Soto
Ciudad de México /

Peter Kuper se define como un tipo inquieto, incapaz de lidiar con una vida monotemática. Quizá por eso sus libros bordean los temas y las estéticas más disonantes: su bibliografía incluye novelas gráficas sobre las estructuras del poder o el periodismo, adaptaciones de clásicos como Alicia en el país de las maravillas y La metamorfosis, libros para niños y diarios de viaje ilustrados. Además su trabajo aparece con regularidad en las portadas y páginas de revistas como TIME, Newsweek, Mad y The New Yorker.

Kafkiana (Sexto Piso, 2019) es su más reciente publicación. Se trata de un libro conformado por 14 historias cortas de Franz Kafka, adaptadas a un lenguaje gráfico al estilo de Frans Masereel, que le permitió “explorar con humor las ansiedades y la condición humana”. El libro —cuenta— es algo “extremadamente apropiado de hacer en la era de Trump, porque son tiempos muy kafkianos, situaciones que se siguen repitiendo, pero al mismo tiempo contando una vieja historia”.

—Si tuviéramos que nombrar al hilo que une tu obra, podríamos usar la palabra locura, ¿no es así?

Hay mucha locura en mi trabajo. Me parece que se debe al estado en el que nos hallamos, tratando de descifrar cómo resolver las cosas. Saúl Bellow decía que en una era de locura, esperar no ser tocado por ella es una forma de la locura.

—Eres, además, un artista muy versátil

Lo que pasa es que estoy luchando contra el aburrimiento todo el tiempo. Si encuentro algo que me gusta en el arte, pienso: “eso me agrada en mi estado emocional actual”, y lo exploro. Hay diferentes Peter Kuper existiendo al mismo tiempo y uno u otro sale eventualmente. De repente me siento con ganas de hacer una autobiografía, de hablar de sexo y drogas, luego eso se vuelve aburrido y quiero hacer ficción. Cuando mi propia escritura se vuelve aburrida, hago alguna adaptación. Estoy seguro de que eres afortunado si haces una cosa y sólo avanzas en una dirección, pero para mí eso no es posible. Admiro a los artistas que tienen muchos estilos y distintos enfoques. Alguien como Picasso, nadie se quejaba de él por saltar de un estilo a otro.

— ¿Toda tu vida has lidiado con ese impulso?

Sí, cuando inicié con mi carrera fue difícil, porque tenía que conseguir trabajo. La gente no quiere que cambies de idea a la mitad del proceso. Si te contratan por un estilo, quieren que muestres ese estilo, la razón por la que te contrataron. Pude cambiar hasta que logré que me contrataran por mis ideas, cuando comenzaron a buscarme por la manera en la que pienso. Entonces el estilo era mi forma de pensar, y esa es una mejor dirección que tomar. Ahí empecé a jugar en las grandes ligas.


—Hay un velo llamado humor que cubre todo tu trabajo

Aprecio mucho el humor. A veces estoy tan enojado que expreso las cosas en forma de grito. Kafkiana, por ejemplo, tiene muchos más gritos. Pero el trabajo debe ser entretenido, alegre; debe dar luz y ser disfrutable. Expresar sólo oscuridad se convierte en un cuarto cerrado donde no puedes ver bien.

—Has sido muy incisivo con Donald Trump, pero en general lo eres cuando tratas temas políticos.

El origen de mucho de lo que hago es obvio, porque estoy tan enojado que muchas de las cosas que dibujo pasan directamente de la furia a la pluma y al papel. Pero también busco una manera de hablar de las cosas para que la gente que quizá no esté de acuerdo conmigo. A veces me gusta tomar dos eventos diferentes y ponerlos juntos para contrastarlos o generar una situación de crítica específica.

— ¿Cómo llegas a estas ideas, cómo mezclas eventos tan dispares?

Mirlo las noticias todo el tiempo. Esto revisando mi celular una cantidad ridícula de tiempo y tengo alertas de noticias o las miro al final del día. A veces me duermo con algún tema en la cabeza y a veces despierto con la imagen de algo. A veces son las palabras que los personajes públicos usan las que detonan una imagen específica.

—Trump ejerce un tipo de violencia esencialmente verbal, pero tú has estado en México y sabes que padecemos una violencia palpable, ¿crees que en algún punto una conduzca a la otra?

Trump está incitando violencia real a través de sus palabras. Cuando dice que los medios son los enemigos de la gente, lo siguiente que ocurre es que hay alguien disparando y matando a muchos periodistas. Hay una conexión directa entre las palabras de un personaje poderoso como el Presidente y los locos que tienen armas y que toman acciones de violencia física. En México, para mí, los mayores héroes son los periodistas, dispuestos a escribir sobre la situación política aunque sus vidas estén amenazadas. Ellos lo saben y asumen el riesgo. Trump es el presidente más estúpido que hemos tenido, pero tiene esta especie de mente malvada que nunca había visto en otro político.

ÁSS

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