Fue en 1994 en Montevideo que nació Peyote Asesino, una banda que desde el comienzo llamó la atención por su atípica propuesta, la cual tomaba como base el rock para mezclarlo con rap, hip-hop, trap, funk y metal; volviéndose un referente para la escena alternativa en Latinoamérica. El nombre proviene de uno de los personajes de la tira cómica de Jis y Trino, El Santos, esto se debe a que varios de sus integrantes crecieron en nuestro país al ser hijos de exiliados.
Lanzaron su primer disco, homónimo, en 1995; y el segundo, Terraja, en 1998, con la producción de Gustavo Santaolalla. Tras esto el grupo decidió separarse, iniciando proyectos solistas y reuniéndose ocasionalmente para alguna presentación. Para su sorpresa, su popularidad se fue expandiendo a lo largo de años, su música se volvió de culto a pesar de su silencio. Ahora, tras 23 años de separación y una pandemia, Peyote Asesino regresa con Serial, disco producido por Juan Campodónico, y el cual es una continuación congruente y sincera de los ritmos que han inspirado a miles. Charlamos con la banda integrada por L. Mental, Daniel Benia, Juan Campodónico, Pepe Canedo, Carlos Casacuberta, Bruno Tortorella y Matías Rada, sobre este retorno creativo:
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— ¿Cómo se originó este reencuentro?
La banda se separó por 1999, pero no faltaron propuestas para ir a tocar a diversos festivales a lo largo de los años, así que nuestra energía grupal siguió siendo buena; por ello se fue formando la idea de qué tal si componíamos nuevo material. En 2017 decidimos abordar con seriedad esta idea, reunirnos y recuperar nuestros métodos de composición y tono, pero sin repetirnos, luego vino la pandemia. Tratamos de encontrar una unión entre las canciones y la situación que estábamos viviendo, todo ello moldeó el álbum, fue un verdadero trabajo en equipo.
— En cuanto al rap, ¿qué tanto el ambiente social que vivimos ahora los ha influenciado para hacer letras?
El ambiente es completamente diferente. En los noventa se fueron anunciando cambios como la globalización y nosotros expresamos una especie de rebeldía respecto a eso. Hoy vivimos en un mundo completamente convulsionado; a la pandemia, se agrega la guerra, la incertidumbre respecto al futuro de nuestro planeta, el cambio climático y crisis económicas. Nuestra visión cuadra con el mundo de hoy porque es bastante rebelde e inconformista, la gente siente la necesidad de expresar su descontento. A pesar del paso del tiempo, nuestra actitud sigue respondiendo a lo que pasa en el presente.
— Y el humor ¿qué lugar ocupa?
El universo de la banda está basado en el universo de la tira cómica mexicana El Santos, y precisamente el personaje incómodo e irónico era el Peyote Asesino, a nosotros nos quedó la actitud de transgredir y criticar; me parece que en nuestras letras el humor tiene esa función. Todo ello es lo que ha mantenido a nuestra música vigente, siendo apreciada por nuevas generaciones.
AMS