Teoría de las niñas

Poesía

Este poema forma parte de un libro de próxima aparición bajo el sello de Vaso Roto, estructurado como un relato único y sin tiempo

Eko, Ex libris Emily Dickinson
Ciudad de México /

Los niños suben la cuesta de sílabas perdidas

en sus ojos. Dicen la A

como una esperanza cierta, ciertísima.

Debajo de cada letra

hay un fino apunte

como un grito imaginario

—en el tiempo sin tiempo, nuestro tiempo—

en la hondura de las paredes blancas.

Los ojos.

Las paredes blancas son los ojos.

Las paredes blancas son un libro.

Sus líneas,

hondos pozos del tamaño de un cuervo.


Los niños en el dibujo son niñas.

  • María Isabel Saldaña

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