Rodea por la urbe que se extiende sin cesar, existe un viejo jardín con su invernadero. Ha pasado mucho tiempo desde que los vecinos vieron por última vez a Silvia, la dueña de aquella casa. Allí sólo queda Samuel, el jardinero, afanado en preservar ese rincón olvidado. Un día la policía acude a la casa para intentar descubrir el paradero de Silvia. Empieza entonces un combate entre la vida y los recuerdos, entre el cariño y sus fantasmas, entre un amor que simplemente no pudo existir. Tal es la historia de Todas las noches de un día.
Protagonizado Samantha Coronel y Mauricio Pimentel, aquí se exponen una mujer encantadora que tras una fachada amable oculta un terrible dolor, y un paciente jardinero con el corazón herido, la historia ideada por Alberto Conejero, es un mar de emociones que nos arrastra por el duelo y la nostalgia. Al respecto señala Conejero:
“Como escribió David Foster Wallace, todas las historias de amor son historias de fantasmas. Creo que esa es la mejor definición para esta obra. Es, además, un thriller sobre un cuerpo desaparecido que toma la forma de un tratado de botánica. Todas las noches de un día es una historia de amor sobre la incapacidad de amar. Un hombre y una mujer, Samuel y Silvia, tan cerca siempre y tan lejos el uno del otro. Encerrados bajo los techos de un invernadero, intentando no ser devorados por los recuerdos del pasado. Y, sin embargo, la obra habla también de la dicha de estar vivo, de la esperanza, de la necesidad de la belleza, de no ser arrastrados por el ruido y el tiempo. Creo, por último, que el texto propone un diálogo entre las formas tradicionales de la escritura dramática y los nuevos caminos de la escritura escénica contemporánea. Quizá, como en ninguna otra, he procurado conciliar lo poético y lo dramático”.
Por su parte, Mauricio García Lozano, el director, puntualiza:
“En Todas las noches de día, Conejero construye una historia de fantasmas trasvasando homenajes a Pinter, a Tennessee Williams, a Cocteau, a Sylvia Plath, al Lorca de Doña Rosita la soltera y, por qué no, a El jardín de los cerezos de Chéjov. El resultado es un melodrama exquisito salpicado de tragedia. Sin embargo, este fresco poético-fantasmagórico cobra una vigencia desgarradora hoy y aquí ya que su tema poco tiene que ver con la poesía, los fantasmas o el melodrama. Todas las noches de un día trata sobre la violencia contra la mujer, sobre el abuso y la violación; y sobre las secuelas que esa herida deja en sus víctimas y seres queridos”.
La puesta en escena Todas las noches de un día podrá verse en el Foro Shakespeare hasta el 1 de septiembre; los viernes a las 20:30, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00 horas. El costo del boleto es de 400 pesos y puede adquirirse en taquilla o a través de la página del Foro. Se recomienda el uso de cubrebocas.
AMS