Ella recuerda que a los cinco años de edad la cultura estuvo presente de manera natural en su casa. Libros, música, cine y artes plásticas fueron el común denominador pues sus padres compartían la idea de que la vida se debe disfrutar a conciencia y esto se vivió en su domicilio a través de la cultura.
A los diez, Luna de la Fuente comenzó a escribir y ahora con quince años presentará en el Museo Regional de La Laguna su primer libro de poesía, “Amar y Yo”, donde deja colar sus inquietudes con una mirada fresca y crítica puesto que, y a pesar de reconocerse feminista, sabe que en México las mujeres mueren a palos y los estudiantes desaparecen después de intentar hacer una filmación.
PRIMERA POESÍA
Sobre sus influencias asegura que quien tuvo la culpa de todo fue Federico García Lorca, amigo entrañable de Pepín Bello, Salvador Dalí y Luis Buñuel. Junto a la generación del 27 García Lorca, el socialista, acusado de masón y maricón, fue objetivo de la ultraderecha, siendo fusilado por el franquismo en los primeros días de la guerra civil española.
Y la ideología de Lorca finamente tejida a manera de poesía, a Luna de la Fuente la llevó a conocer, también de pequeñita, la obra del gringuito Walt Whitman, descrito por García Lorca como ese viejo hermoso, homosexual enamorado de la naturaleza, de su tiempo y del hombre, que con una gran voz le hacía el amor al mismo mar.
Y tú, mar... También a ti me entrego. Adivino lo que quieres decirme,Desde la playa veo tus dedos que me invitan,
Y pienso que no quieres marcharte sin haberme besado.
Debemos estar un rato juntos: me desnudo y me llevas muy lejos de la costa,
Arrúllame y durmiendo al vaivén de tus olas,
Salpícame de espuma enamorada, que yo sabré pagarte.
Mar violento, tenaz y embravecido, Mar de respiros profundos y revueltos
“Amar y Yo lo comencé en 2017 y lo terminé más o menos en octubre del año pasado, y empezó siendo algo sin ánimo de lucro, el ir escribiendo sobre temas específicos. Los poemas que más me gustan son Pluscuamperfecto, que iba a ser el final del libro pero se extendió mucho; este nació de un colapso emocional cuando escuché un discurso del cineasta Xavier Dolan. Otro de mis poemas que me gusta es 'Mujeres de Caléndula', que es una oda a las mujeres trans y que tiene mucho simbolismo para mí".
Luna de la Fuente es una chica fuerte. Sentada en el patio del negocio que administra su madre y la pareja de ella, comentó a Milenio que es muy pronto para establecer que su única voz será la literatura. De hecho, en este momento, si le pusieran a elegir una carrera correría detrás de la cinematografía, pero lo cierto es que en este ciclo apenas concluirá la secundaria.
A Whitman se suma la manera en que interpreta el mundo Elvira Sastre y otros autores contemporáneos. Sobre la publicación, Luna no la tenía contemplada porque su ejercicio se remite a una escritura íntima que no pensaba compartir.
“Me he enfocado más en otras cosas que en la poesía pero resulta que es la que está abarcando la mayor parte de mi vida, entonces cuando empecé armar el libro le puse el nombre y de ahí con Germán Cravioto comenzamos a comentar y surgió de ahí pero yo no lo veía posible que esto fuera a ocurrir porque era como muy yo, muy íntimo y pensaba que era nada más para mí, para poder expresar una etapa, pero se dio”.
"FUERA DE LUGAR"
La posibilidad de ver impreso su trabajo, acotó, le permite verlo como uno trascendente, pero a dos semanas de concluir la secundaria, Luna explica que sus compañeros no le dicen nada porque siempre ha sido muy retraída.
“La escuela siempre ha sido un conflicto para mí. Desde que entré al kinder siempre lo fue, siempre he estado muy aparte y me ha causado muchos colapsos muy constantes. Ahora es el final de la secundaria y yo siempre he estado aparte. La mayoría de mis compañeros no sabe que está pasando todo esto”.
El libro ya ha sido presentado en espacios alternativos como Casa Kotan y dentro del propio taller que dirige el editor y escritor Germán Cravioto, pues considera que éste le ha dado forma al proyecto, por lo cual agradeció su apoyo.
Autodidacta, Luna de la Fuente agradeció a sus padres el haberla alejado de la televisión. Ahora siendo una adolescente, en Internet consulta blogs de arte y de cine y literatura, lo que le ha permitido hacer contactos con jóvenes que mantienen un abanico amplio entre lo contemporáneo y lo clásico.
“Es muy bonito porque en ese tipo de páginas encuentras de todo: desde algo que se realizó hace cinco siglos o hasta lo que alguien dibujó ayer. Es compartir, en el caso de la información, tenemos el flujo de nuevos temas, movimientos que están impactando en todo el mundo como es el feminismo y la lucha LGBT que la tengo muy en la espalda, muy presente”.
Con una primera alerta de género en Torreón, con el impulso de las familias integradas a las Fuerzas Unidas por los Desaparecidos en Coahuila (Fuundec) movimiento que dio impulso a las Fuundem (Fuerzas Unidas por nuestros Desaparecidos en México), esta chica mantiene la calma, pero sabe que hay que visibilizar lo que ocurre en el entorno. Y ella decidió hacerlo con la palabra escrita.
“Yo siempre he sido muy segura y mantengo esa idea de que estamos bien y que no les pasará nada a las personas que amo, pero les empieza a pasar en la calle y va cambiando la forma en que ves las cosas. Así como veo cosas sublimes en las redes sociales, está la otra parte que a veces no queremos ver pero está ahí”.
La preparatoria está a la vuelta de la esquina y el cine se mantiene presente como un objetivo que le permitirá expresarse a través de un guión o historia, la música, la actuación y la forma del lenguaje que ofrece el séptimo arte. Mientras eso ocurre comparte la palabra a través de la construcción de "Ulises" y conversación epistolar que realizó con "César" con un estudiante de cine jalisciense que murió de forma abrupta.