¿Cómo serían Odette y Sigfrido, protagonistas de El lago de los cisnes, si hubiesen sido creados en la actualidad? “Él no sería un príncipe sino un joven muy popular, su entorno serían las redes sociales. Ella, el Cisne Blanco, una chica reservada, con un mundo interior muy rico, lleno de fantasía, arte y cultura”, narró a MILENIO Juan de Torres, director y coreógrafo de Larumbe Danza, sobre la propuesta que se presentará en el Festival CulturaUNAM.
Con miras a la clausura del encuentro, El lago de los cisnes 3D está inspirada en el célebre ballet del siglo XIX, aunque situada desde la perspectiva de unos jóvenes inmersos en la revolución social y económica del siglo XXI, donde las nuevas tecnologías rigen la vida cotidiana. Esta escenificación busca el acercamiento a todo tipo de público, pero en especial al joven.
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Larumbe Danza es una agrupación pionera en España que se ha destacado por crear y presentar espectáculos de danza contemporánea e hipermedia desde hace 10 años. En esta ocasión, hará una versión especial para incluir a miembros de la Compañía Juvenil de Danza Contemporánea de la UNAM.
“Es una tarea ardua porque son 50 minutos a montar en pocas semanas, en las que además estamos trabajando con bailarines que no conocíamos, ni ellos a mí ni yo a ellos, por lo que hay que ir avanzando en una comunión del lenguaje. En la versión con Danza UNAM, serán 15 bailarines, lo que es un gran reto porque la versión original con Larumbe Danza son solo seis”.
El sábado 21 de octubre, a las 19:00 horas, y el domingo 22, a las 18:00 horas, ambas compañías se presentarán en la Sala Miguel Covarrubias.
Un amor de la actualidad
Los asistentes usarán gafas de cine, “estas oscuras que parecen de sol, y crean una interacción realmente interesante y dinámica”.
¿Por qué hicieron proyecciones en 3D con bailarines?
El lago de los cisnes 3D parte de la voluntad de ir al encuentro con un público joven y que se mueve socialmente de forma literal. Interpreta la vida, la sociedad, la comunicación, a través de pantallas, entonces la forma de poder ir a su encuentro es, sin duda, a través de este tipo de propuestas en las que la danza se combina con proyecciones en 3D.
En este Lago, Odette sufre acoso por su extraño y anacrónico aspecto y por su forma de ser, a pesar de ello el amor nace inesperadamente entre ella y Sigfrido, pero sorprende a este último ya que eso podría suponer el desprestigio de su imagen social.
Obnubilado por la persecución del éxito, Sigfrido pone en marcha su habilidad en el manejo tecnológico para crear a Odile, el Cisne Negro, un holograma de la “chica ideal” y la copia exacta de Odette, pero con la imagen adecuada, la que todo el mundo aceptaría.
¿Qué conlleva proyectar una historia clásica en lenguaje contemporáneo?
Lo he hecho desde el más absoluto respeto. Mi objetivo no es romper con la tradición, es escoger un ballet mítico y una partitura excepcional para proponer una versión lo más actual posible, sobre todo a las cuestiones que quería poner en el escenario, como podría ser el tema medioambiental, el tema de género, o analizar sobre lo que es la evocación, porque de la evolución tecnológica poco se discute.
Juan de Torres explica que en esta pieza están implícitos tres parámetros: el pasado, el presente y el futuro.
“Tenemos que saber quiénes somos y obligatoriamente para saber quiénes somos, tenemos que conocer nuestro pasado, nuestra cultura, porque sin eso es imposible, y esa es la base y el incentivo por el cual he osado y decidido hacer uso de la mítica obra de El lago de los cisnes, para proponer una serie de preguntas y de diálogo en torno a esto: el pasado representado por la increíble partitura de Tchaikovsky, el presente por la danza y el futuro a través de las proyecciones en 3D, que si bien no son una novedad ni mucho menos, sí es bastante original hacer esta combinación entre la danza en directo y las combinaciones en tres dimensiones en espectáculos dancísticos”.