José Irazu Garmendia, mejor conocido como Bernardo Atxaga, Premio Nacional de Letras de España 2019, Premio Nacional de Narrativa de España por su libro ‘Obabakoak’, y autor de muchas canciones en euskera como ‘xantxangorria’ del legendario grupo de rock progresivo y ‘jazz Itoiz’, es uno de los invitados a los festejos de Guadalajara Capital Mundial del libro y este jueves impartirá la conferencia titulada “P de Piedra. Alfabeto sobre literatura” en Laboratorio de Arte Variedades (LARVA).
“Yo lo tengo todo pensado… la conferencia central que impartiré en LARVA la he titulado algo así como Reacciones ante una piedra rayada… es el alfabeto de las piedras que le llamo y aunque tenga ese título un tanto extravagante es una defensa, me parece irrefutable, de la importancia de la lectura. Insisto en lo de irrefutable porque creo que lo que razono, comienzo hablando de una piedra rayada… voy poco a poco hablando de la función de la literatura pues; ese es mi deseo, que cuando acabe la conferencia todo mundo diga: -pues tiene razón la lectura es muy importante-. No es una conferencia tópica, tiene una cierta originalidad, y luego, alrededor de ese momento central, estaré en diálogo con estudiantes y con lectores. El diálogo si lo puedo decir, lo preparo, es decir, que no improviso en un momento, pero improviso sobre una base que la tengo pensada y la traigo escrita… esa es mi forma de trabajar”.
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El escritor mencionó que está muy satisfecho de estar en Guadalajara. “La relación es fuerte porque claro la lengua española, el castellano, es algo que me da una gran comodidad cuando vengo a México. La lengua nos mete dentro de una casa, la sensación de familiaridad es enorme. Para mí no es lo mismo estar en México que ir a Finlandia en donde no entiendes un solo cartel, no sabes ni de que hablan, te sientes un extraño. Luego como escritor, soy un devoto de Juan Rulfo, tengo una relación especial con Juan José Arreola. Cuando tenía 20 años, traduje ‘La Migala’ a lengua vasca y lo publiqué. He tenido una relación con la literatura mexicana, grande”.
Después continuó: “Con Guadalajara he venido a la Feria, me parece una Feria muy animada, muy diferente a otras, se parece mucho a la de Edimburgo, por la animación, porque no es solamente compra venta de libros, hay una gran cantidad de eventos de todo tipo, y luego… soy consciente de que Guadalajara con esta feria es muy conocida en todo el mundo. Cuando he dicho donde vivo que venía aquí, me preguntaban, -pero ¿eso de letras en Guadalajara no es en noviembre?-. Eso me parece muy bien, para una ciudad, tener un rasgo que la señale en el mapa”.
El también economista y filósofo comentó que encuentra muchos rasgos similares entre Guadalajara y el País Vasco: “Una de las características nuestras por el tamaño ya que casi nada está más de hora y media por autopista es la colaboración de artistas de diferentes palos, se da muy fácil. Recordemos que en París, los artistas músicos trabajaban juntos porque eran vecinos. Muchos artistas en el País Vasco somos vecinos. He colaborado con muchos pintores, he realizado libros de niños con ilustradores, he hecho muchas, muchas canciones, eso ha sido posible por el tamaño del país. Estudié Economía, lo único que aprendí fue eso de las economías de escala, hay escalas que favorecen unas economías. La escala como el País Vasco o Guadalajara favorecen el ámbito cultural. Conozco la feria de Madrid, pero no es lo mismo, en el DF no podría darse una Feria de Libro como la de Guadalajara, esas son ferias de público, no son ferias con una personalidad. Eso lo aprendí en Italia, en Italia todos los festivales literarios que funcionan, lo hacen en ciudades medianas como Verona, Mantua. Hubo un momento que pensé: -claro, porque allí consigues llenar todos los locales con un evento así, por las características sociales de esas ciudades-… economía de escala”.
Atxaga logró reconocimiento desde muy joven por algunos de sus libros de poesía y después con libros en los que mezcla diversos géneros literarios, al respecto mencionó: “Lo importante es escribir y leer. Son los dos hechos importantes, fundamentales, de todo lo que estamos hablando de la cultura y ese momento grande es cuando el ojo del lector se posa en el libro, cosa que puede ocurrir en la cama, en un sofá, debajo de un árbol, en cualquier sitio, ese es el momento fundamental, todo lo demás es accesorio. Que eso que está en una página tenga una forma que tradicionalmente se le nombra poesía, bien, pues es un género, tiene sus problemas, es demasiado breve. Una poesía cuesta. Se pueden hacer mil y fallarlas mil veces. La poesía depende de la brillantez de la idea. La idea es lo que hace que un poema sea. Quien dijo aquello de: ‘nuestras vidas son los ríos /que van a dar a la mar’… hizo poesía, pero no importa, porque uno luego puede escribir una novela, claro requiere tiempo y esfuerzo. Los géneros pueden ser importantes para el profesor que los tiene que explicar día a día, el profesor necesita que haya una taxonomía, que haya eso… un escritor o un lector no necesitan de eso. Yo puedo leer una entrevista y puedo encontrar un elemento poético en esa entrevista, puedo leer un cuento y es igual, una novela, no me preocupa nada, lo fundamental es el momento de escribir/leer, ese es el arco voltáico”.
Después continuó: “Los géneros son resultados de la presión social, si no hay presión social no se habrían escrito novelas, en un momento la presión social llevó a que el género fundamental fuese el teatro durante muchísimos años, después por circunstancias sociales en el siglo XIX fue la novela, luego los periódicos. Llevado por la presión social y por la afición, yo entré a la literatura mi libro más importante fue la poesía ‘Etiopia en lengua vasca’, afortunadamente casi todos los poemas de ese libro se convirtieron en canciones y hoy mucha gente no sabe que yo las escribí, parece que es un poco la gloria, ellos piensan que son letras populares, luego, he escrito novela y luego un libro que es una mezcla de muchos géneros que me abrió las puertas de la traducción a muchos idiomas: ‘Obabakoak’ que son cuentos, novela, ahora mismo estoy escribiendo textos de mi distancia preferida, 60 o 50 folios, lo que en atletismo sería algo comparable a los mil 500”.
Respecto a la poesía en particular detalló: “La poesía sin la música no va a ningún lado, puede ir a un circo universitario, pero eso no llega a la gente, no llega ni a mil, la muestra es Paco Ibañez que cantaba a poetas como León Felipe, por ejemplo, la poesía va muy bien con la música, de hecho recientemente, recordó se editó un disco con las canciones que se incluyen en los relatos, Flannery eta bere astokiloak (Elkar, 1986) musicalizados por Juan Carlos Pérez integrante del grupo Itoiz.
Atxaga mencionó que hay un auge de la lengua vasca que se remonta a la década de los setenta y que él vivió de manera particular a través de la colaboración que tuvo con Itoiz, agrupación que permaneció vigente de 1977 a 1988. “Realmente el empuje de los últimos 50 años de la lengua vasca, ha hecho que en incluso en la universidad se impartan ingenierías completas en dicha lengua. Tenemos que tomar en cuenta que apenas 800 mil personas en todo el mundo la hablan. Sin embargo, este auge vino, pienso, de la represión que hubo de 1936 a 1970, con la dictadura de Franco. La dictadura creó una acción- reacción, un deseo, una operación rara. Se unió la lengua minoritaria que se hablaba en la zona rural, a la modernidad porque era un signo de oposición al franquismo, fue un maridaje poco normal. Quizás sea hoy, la lengua en el país vasco, el eje social más importante, no digo que sea maravilloso o no, es fundamental para los temas sociales de primer orden. Se ha convertido en la centralidad del país vasco”.
El también miembro de la Real Academia de la Lengua Vasca, anunció que ya prepara un libro titulado ‘Exteriores del Paraíso’, “un libro de poemas, un poco raro. Le voy hacer una confesión, creo que estoy llegando a un momento como ese de los niños cuando acaban la clase, se dice recoger, creo que voy a recoger cantidad de ideas, textos que quedaron por ahí, por decir: -lo haré más tarde-. Sin duda será literatura mucho más libre. En el último libro que hice no hay una subordinación a nada, hay humor siniestro, lo quería hacer con 40 o 50 folios, aunque me digan que eso no es comercial, dije lo voy a hacer, me refiero a ‘Desde el otro lado’ (2022). Es una de las primeras historias que escribí un poco extravagante, lo dejé por mucho tiempo ahora lo he recuperado y he hecho variaciones, y ha sido muy divertido para mí. Estoy en esa fase de recoger”.
La cita para escuchar a Bernardo Atxaga es este jueves a las 19:00 horas en LARVA, ubicado en Ocampo 120. Mayor información en el sitio https://www.gdlee.mx/.
JMH