El tema de la mesa hacía vislumbrar algunas de las certezas pronunciadas durante la conversación: Las literaturas nacionales frente al mundo, donde Gonzalo Celorio reconoció que la literatura latinoamericana ya no está en el centro de atención del mercado editorial en el mundo, mientras Jorge Volpi aseguró que la literatura latinoamericana ya no existe como existió hasta la generación de Roberto Bolaño.
“Lo que voy a decir puede ser sacrílego: Latinoamérica ya pasó de moda, esto es algo muy fuerte, pero es algo que hay que señalar con toda honestidad. Entre las décadas de los 60 a los 80 del siglo pasado, el tema fundamental en las universidades era la literatura latinoamericana, ahora pasó a ser una especie de configuración un tanto esotérica y teórica porque ya no existen estas grandes obras del ensayo latinoamericano. Pasó de moda en buena medida porque hubo algunos factores que influyeron mucho en la concepción de lo que se llamó América Latina”, agregó el director de la Academia Mexicana de la Lengua.
Y para el coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, durante el boom latinoamericano, la formación literaria de los escritores de América Latina se hacía leyendo a los escritores latinoamericanos de los otros países, “y esto en las últimas generaciones prácticamente ha desaparecido; los escritores más jóvenes leen lo que llega a través de las corrientes centrales de la globalización, que son autores traducidos del inglés”.
Una mesa, complementada con el español Antonio Soler, en la que se abordaron otros tópicos de la creación literaria y de la importancia de la literatura en nuestro tiempo, aunque al mismo tiempo de la escritura como “una forma de confrontar una realidad que no es lo perfecta que nosotros quisiéramos”, en palabras de Gonzalo Celorio.
“En ese sentido siempre hay una actitud de crítica, pero no necesariamente de tesis política, porque entonces hablaríamos de un discurso diferente. La gran novela es aquella que exalta la libertad absoluta y tiene la capacidad de expresarse para romper con ese mundo."
“La literatura no sirve para nada, por eso es una maravilla, por eso es un lujo. El lujo es aquello que no sirve, que no es necesario, la literatura es algo que se le añade a la vida y que le da una enorme riqueza para verla, para disfrutarla.”
En ese sentido, Jorge Volpi destacó que la literatura ha sido un instrumento utilizado por el poder para imponer ciertas narrativas. Y la que consideramos gran literatura siempre ha sido la de aquellos individuos que han logrado rebelarse contra esas imposiciones: “la literatura por sí misma no salva, ni condena, ni tiene una función de sensatez o de rebeldía, puede ser exactamente lo contrario”.
“Cada vez que hemos visto movimientos autoritarios y fascistas, usan también la literatura y distintas narrativas para imponer su visión del mundo. La que siempre hemos considerado gran literatura es aquella que defiende los valores de diversidad y de humanidad, que son los que normalmente niegan los partidos de ultraderecha”, advirtió el narrador mexicano.
Las actividades concluyen la noche de este jueves con la entrega del tercer Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa y conversación entre el Premio Nobel de Literatura y el escritor nicaragüense Sergio Ramírez.
CJR