De no ser por su madre, tal vez Alejandro Magno nunca se hubiera convertido en uno de los más grandes conquistadores en la historia, pero no, la novela de Laura Mas no trata de él, se centra en Olimpia.
Apasionada de la historia y de Grecia, la autora española escribió Olimpia (Espasa), la cual transcurre en Macedonia (año 357) con la misión de rescatar a una mujer histórica, poderosa, ambiciosa y muy inteligente que llevó a su hijo a convertirse en leyenda.
¿Cómo llegaste a Grecia y su historia?
A raíz de la escritura de mi primer libro me empecé a interesar muchísimo por la etapa de la Grecia clásica. Mi primera novela transcurre en Atenas, así que ese proceso de documentación me encendió el completo interés por todo esto.
Pero entonces… aparece Olimpia
La madre de Alejandro Magno vivió en el siglo cuarto antes de Cristo, en las puertas del “helenismo”, de esos inicios del pensamiento y consideré que era necesario dedicarle una novela por la importancia que tuvo y también por lo denostada y maltratada que había sido por la historia. Esos coetáneos suyos no la vieron con buenos ojos debido a su ambición, astucia e inteligencia y se ganó calificativos muy negativos. No solo quise rescatarla del olvido y del desconocimiento popular, sino también plasmar toda su complejidad. Hizo grandísimas cosas; de hecho, posibilitó que Alejandro pudiese partir hacia la conquista del Imperio Persa, entonces, no solo dio a luz al mayor de los conquistadores, sino que, sin Olimpia, no se podría entender tampoco la figura de Alejandro Magno.
¿Qué es lo que te impresiona de Olimpia?
Me llama mucho la atención su faceta mística y religiosa, se movía, además, en una sociedad en la que tenían dioses prácticamente para todo. Yo he utilizado todos estos elementos para generar misterio, que acompaña muy bien al personaje. Pero no podemos hacer una lectura fácil de esta mujer porque era compleja.
Olimpia es el retrato de una mujer que traspasó los roles de género de su época. Temida por sus contemporáneos y denostada por la historia, fue la verdadera responsable de que Alejandro Magno reinase en Macedonia.
Rescatas la figura de una mujer poderosa e importante
Olimpia, como tantas otras mujeres relevantes a nivel histórico, es muy desconocida para el gran público, obviamente los estudiosos del tema pueden hablar mucho, pero no estaba al alcance esa información del gran público y eso es lo que a mí me ha generado la necesidad no solo en esta novela, sino en la primera que escribí, de rescatarlas, de darles voz propia y también de ponerlas en una posición más justa. Los hombres de la época no podían concebir que una mujer brillara con luz propia, fuese astuta e inteligente. Olimpia no fue perfecta, no he querido dulcificar en ningún momento, hay escenas en las que incluso, puede que nos caiga mal, pero ella no hizo nada distinto a los hombres de su tiempo.
Deben existir muchas mujeres olvidadas en este periodo
En el libro vemos a dos mujeres que también merecerían una novela y creo que no la tienen a día de hoy. Una es Eurídice, que era la madre de Filipo, el esposo de Olimpia. El otro personaje es Cleopatra, hija de Olimpia, que acabó reinando en Epiro, territorio vecino a Macedonia.
¿Cómo haces para jugar con la historia y la ficción?
Me gusta mucho abordar el género de novela histórica, porque me permite combinar realidad y ficción; me permito algunas licencias, sobre todo a la hora de crear personajes, hay algunos en el libro que surgen de mi imaginación pero que juegan a favor de la trama.
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