A propuesta de los académicos numerarios Jaime Labastida, Vicente Quirarte y Jorge Ruiz Dueñas, la Academia Mexicana de la Lengua (AML) sumó a su lista de miembros correspondientes en las ciudades de La Habana, Cuba, y Managua, Nicaragua, a los escritores Leonardo Padura y Sergio Ramírez, respectivamente.
Se trata de un reconocimiento a su trabajo y a sus aportaciones a las letras hispanoamericanas, desde géneros distintos de la literatura, pero con un profundo compromiso con la creación, más allá de las afinidades políticas o de las decisiones tomadas alrededor de una pertenencia social.
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Leonardo Padura es autor de novelas policiacas que han convertido el género en arte mayor, sobre todo a través de la tetralogía Pasado perfecto, Vientos de cuaresma, Máscaras y Paisaje de otoño, que tienen a Mario Conde como protagonista y una especie de alter ego del narrador cubano, pero también de otras historias como El hombre que amaba a los perros, en la que da cuenta de la estancia y muerte de León Trotsky en México.
“Mi experiencia como autor de novelas históricas es la de un escritor que no pretende crear novelas históricas: sólo soy alguien que, a través de las palabras y las tramas, intenta lo mejor que puede y sabe entender qué es lo que hay arriba, qué es lo que hay abajo, qué es lo que ha habido antes y hasta qué es lo que habrá después. Y lo refleja en el presente o en el pasado histórico”, dijo en noviembre pasado el escritor cubano, en la apertura del Salón Literario Carlos Fuentes, de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Sobre el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, en la Academia Mexicana de la Lengua se resaltó “su distinguida carrera como narrador y periodista, y su congruencia y experiencia política, que lo han llevado a ejercer altos cargos en la administración de su país natal”, con la que se ha convertido en uno de los autores imprescindibles de la literatura en nuestra lengua.
Ganador del Premio Cervantes en 2017, en su bibliografía se cuenta con novelas como Margarita, está linda la mar; Ya nadie llora por mí, Sombras nada más o Un baile de máscaras.
La figura de miembros correspondientes es impulsada por la Academia Mexicana de la Lengua para reconocer la obra y la trayectoria de estudiosos de la lengua que se encuentran fuera de la Ciudad de México y no siempre tienen la posibilidad de participar físicamente en las reuniones plenarias.
PCL