La leyenda de Annie Sprinkle: ‘performance’, sexualidad, política y feminismo

En esta entrevista, la artista visual radicada en San Francisco rememora su destacada trayectoria en el campo del ‘arte-acción’ con énfasis en la indagación del placer sensual

Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Annie Sprinkle
Elizabeth M. Stephens y Annie Sprinkle
Niña Yhared
Ciudad de México /

The Legend of the ancient sacred prostitute (La leyenda de la antigua prostituta sagrada) es un texto que acompaña uno de los performances más representativos de la artista Annie Sprinkle (Ellen F. Steinberg, Filadelfia, Pensilvania, 1954), titulado Masturbating Onstage (Masturbándome en escena), el cual está inspirado en la historia de las prostitutas sagradas de las antiguas culturas de Mesopotamia, Sumeria, Egipto y Grecia, que dedicaban su vida a aprender el arte del éxtasis sexual.

En entrevista, Annie me comentó que de todas las obras que ha realizado, este performance ha sido el más importante y esclarecedor, porque es un ritual de meditación y éxtasis inspirado en las antiguas diosas. La conversación con Sprinkle, quien según sus propias palabras fue “prostituta y estrella porno en Nueva York durante 20 años, para luego transformarme en artista y sexóloga”, abarcó también su proyecto Ecosexual y sus bodas ecosexuales, así como su concepción de frontera y cuerpo en el mundo globalizado.

“En cuanto al performance, no sé dónde empieza y termina el cuerpo. Para mí, el más poderoso performance que hice se llamó Masturbating Onstage, incluido en mi espectáculo Post Porn Modernism. Tengo un escrito acerca de ello, que era un poco new age. En esta pieza hice un ritual de sexo mágico con aceite en mi cuerpo y respirando de tal forma que parecía una masturbación, pero yo estaba haciendo el amor con la audiencia energéticamente y con el universo. Fue muy ecosexual al mismo tiempo. Esta experiencia la relicé en 29 países, en algunos teatros que eran muy pequeños, en los que la gente estaba muy cerca, como a 60 o 90 centímetros, y había en algunos teatros 250 asientos para la audiencia.

“En Masturbating Onstage lograba llenar todo el lugar con mi energía, era exhaustivo. Pero esta cercanía me hizo aprender mucho sobre la vida. Todo lo que sientes dentro me permitió también reflexionar sobre el mundo y de regreso, como un espejo. Muchas veces la audiencia estuvo conmigo, algunas veces estuvo incómoda, pero realmente por dentro, si yo estaba fuerte y poderosa, tenía buena energía y podía sacarla y cambiar al público, pero si estaba vulnerable, algunas veces, también lo podía ver.

Annie Sprinkle es una de las artistas más importantes en el mapa del performance mundial, su obra es reconocida por su amplia y explícita exposición desde hace cuatro décadas y su labor destaca por su aportación ante la hibridación de términos como arte y pornografía, cuerpo y posmodernidad, así como su aportación para la creación de una cultura ecosexual.

El caso de Annie Sprinkle, representativo de la escena del performance de la bahía de San Francisco y quien ha mostrado su perturbadora indagación artística no solo en Estados Unidos sino en decenas de países en el mundo, formó parte de un mapeo de mujeres artistas migrantes en distintas latitudes, desde China y hasta Finlandia, del Perú a Norteamérica, de Lituania a Berlín. Con ello, busqué detener la mirada en una amplia diversidad de propuestas e identidades, responder a las cuestiones ¿cómo es, quién es, de dónde vino, cómo se formó? Si con su trabajo de performance, ¿pudo trascender no solo barreras físicas y geográficas sino también culturales o sexuales?

Sprinkle ha saltado múltiples barreras sociales y prejuicios académicos, como ella misma se autodefine en su sitio web, ha explorado “apasionadamente su sexualidad durante más de cuarenta años, compartiendo sus experiencias a través de sus propias películas de sexo feministas, escribiendo libros y artículos relacionados con las artes visuales”.

Annie estudió en la Escuela de Artes Visuales de Nueva York, fue la primera porn star en obtener un doctorado (Ph.D.). En 12 años ha colaborado en proyectos de arte con su pareja y también profesora universitaria Elizabeth Stephens. Ambas son las artistas más influyentes a escala mundial del movimiento Ecosex, que es una especie de ecologismo sexy, divertido y variado. En 2013, Sprinkle recibió con orgullo el Premio Académico de Estudios Internacionales de Performance en la Universidad de Stanford y fue galardonada con el Premio Excelencia a la Vanguardia.

Su producción artística incluye películas y documentales; su producción teórica abarca artículos, performance y talleres alrededor del mundo. Entre sus libros podemos mencionar: Dr. Sprinkle's spectacular sex. Makeover your love life (Penguin/Tarcher, 2005) y Annie Sprinkle, Post-porn modernist: My 25 years as a multimedia whore (editado por Torch Gallery, 1991; Art Unlimited, 1993 y Cleis Press, 1998).

Al referirse a su trayectoria y sus performance, Sprinkle se muestra gentil y destaca su conocimiento sobre teoría y activismo. Con una amplia sonrisa, ojos verdes y brillantes, cabellera pelirroja, contesta amablemente con una magia singular. Su sentido del humor es impresionante, pues para Annie el arte del performance y el activismo no valen la pena si no son divertidos, dice desde su casa cercana a San Francisco.

—¿Me gustaría saber tu experiencia más relevante a lo largo de 40 años como artista de performance y activista sexual?

—Pienso que ha sido el hecho de tener que aprender, solo tratar de aprender sobre mi condición de mujer y artista; siempre he estado aprendiendo y, después, me convertí en profesora también, pero he seguido aprendiendo. Para mí lo más importante en este viaje ha sido explorar el amor de manera interesante, expandir el placer y la diversión, que puede ser también algo muy político. En mi familia son muy políticos, así que para mí crear es una forma de activismo, y también debe crear más placer y diversión sensual.

—¿Podrías profundizar en tu teoría ecosexual (Ecosex), siendo una teoría y una práctica en relación con la tierra y naturaleza?

Ecosex es un término que ya existía en el arte desde hace algunos años. Nosotras (Elizabeth Stephens y yo) lo descubrimos en 2007, cuando teníamos el proyecto Loverlab.org. Para realizar Loverlab, ella y yo nos casamos con la tierra en nuestro jardín y entonces nos convertimos en ecosexuales, porque nosotras nos identificamos con esta idea de que la tierra es también amante y madre.

“Las personas tienen ideas diferentes acerca de lo que es ecosexual. Para nosotras es arte y sexo que, en la práctica, significa hacer el amor con la naturaleza. También es arte porque usamos esta ecosexualidad como una forma de activismo, en todo tipo de medios: performance, filmes, diversión. La teoría me permite escribir, dar clases, investigar y desarrollar ideas, hablando con otros intelectuales. Llamamos a esta área de estudio, en donde la ecología y la sexualidad se juntan: Sexecology o Sexy Ecoecology, nosotras creamos esta palabra, este nuevo campo de creación que desarrollamos. Y puede incluirse todo, pues el arte tiene esta sensualidad ecoecológica”.

Sprinkle también ha realizado performance que llama Bodas ecosexuales, que son verdaderos festines donde artistas y público en general son convocados a hacer una contribución con acciones queers y radicales como parte de la ceremonia.

En este acto ecosexual las artistas se han casado con la nieve, el aire y el carbón, sobre esta última boda señala que “quisimos llamar la atención sobre el dolor causado a la Tierra, a través de la devastación de la minería del carbón y el consumo de recursos… La familia de Elizabeth ha trabajado en la minería del carbón desde 1640. Los miembros de su familia y amigos han muerto de enfermedades pulmonares y otros males relacionados con la minería del carbón. Como ecosexuales, cambiamos la metáfora de la Madre Tierra a la Tierra amante, con el objetivo de generar más amor y aprecio por nuestro planeta”.

También en el Festival de Donau Krems, en Austria, se casaron con la Tierra, porque “ofrece tanta diversidad, belleza y es una poderosa fuerza que da vida, además de que es sucia. Sucia real. Esta boda fortaleció nuestro enlace con el suelo, que es una parte integral de la Tierra”.

En lugar de esperar a que les obsequien regalos materiales, las artistas piden a los artistas que participen con ellas en el performance. En su declaración de votos, las artistas argumentan: “Nosotras, Elizabeth M. Stephens y Annie Sprinkle, nos hemos dedicado a realizar proyectos artísticos que generan, celebran y glorifican el amor. Este es el Laboratorio del Arte del Amor, y nuestra respuesta a la violencia de la guerra, la intolerancia del movimiento de los derechos anti-gay. Y el miedo excesivo y la codicia en nuestra cultura”.

Para hacer Art Lab, un proyecto de siete años, las artistas se inspiraron en el trabajo de su mentora, la también artista de performance Linda M. Montano. “Cada año dedicamos un tema y un color diferente a las bodas, para la cuarta boda, celebrada el 17 de mayo de 2008, hicimos nuestros votos en las secoyas de Santa Cruz, California. Ahí, 350 personas fueron testigos de nuestra boda Verde#4. Nuestras fiestas nupciales y 26 artistas de performance asombraron a la multitud. Hicimos nuestros votos con la Tierra. La boda fue oficiada por Guillermo Gómez Peña, ataviado como Sumo Sacerdote Azteca… Fue una boda de ensueño”, comenta la artista.

—También ha realizado con Elizabeth Stephens Bodas ecosexuales (Ecosexual Weddings) alrededor del mundo.

—Nosotras no nos pudimos casar, tú sabes, tener los mismos derechos que las personas heterosexuales. Entonces protestamos haciendo una serie de bodas. También está la idea de tener derechos con la naturaleza, con el aire, son bodas en un sentido muy queer, radical, pero usando parte del ritual tradicional, como la entrada con la marcha nupcial, algunas invocaciones, monedas, anillos… El beso, la proclamación, también usamos objetos de hombre. Nosotras invitamos a la gente para colaborar y algunos regresan y nos dicen que es lo que les gustaría hacer, y siempre se conjunta perfectamente de alguna forma.

"El Mexterminator Guillermo Gómez Peña nos casó con la tierra y fue nuestro Alto Mandatario Azteca, así es como nosotras decidimos llamarlo. Y fue muy profundo e importante para nosotras, cuando nosotros nos casamos con el aire hicimos el amor con más sensaciones que al casarnos con la gente, y esto hizo que todo el proyecto fuera mucho más interesante.

"Nos hemos casado en siete u ocho países, siempre invitando a otros a performear. Por lo general, estas bodas cuentan con 150 personas que ayudan a realizar la boda. Algunos son artistas otros no.

"La boda más grande que hemos hecho fue casarnos con la tierra (Soil-dirt) que fue producida por un festival en Austria que tiene mucho dinero. Pero nosotras nos casamos aunque no haya dinero, nada de dinero. Hacemos un taller de arte antes y trabajamos con un grupo de personas, es lo mejor, porque después somos como un equipo. Tampoco sabemos lo que la gente invitada vaya a hacer hasta el día del performance.

—¿Cuál es la reacción de los artistas en distintos países?

—Lo más relevante es la reflexión de la comunidad artística, así como la respuesta de alguna organización de arte que nos invita. Durante las bodas todo mundo está tomando alcohol como loco y es un caos total… por eso lo de nosotras es loco y salvaje.

En Los Ángeles, nos casamos con la Luna y el reverendo Billy fue el oficiante; para realizar esto rentamos un teatro. De alguna manera la policía se enteró, vino y encontró que no era una boda normal, entonces cancelaron el evento. Nosotras tuvimos que contratar un abogado y esto se convirtió en una batalla legal, lo cual queríamos.

—¿Cuál fue el problema?

—Básicamente, nosotras queríamos enseñar el culo, bajarnos los pantalones y mostrar el trasero a la Luna, esto es llamado Mooned. Los policías vieron que había desnudos y creyeron que yo estaba haciendo una película porno y, en verdad, eso me hubiera gustado porque yo soy una estrella porno. El reverendo Billy es un artista totalmente radical y ellos estaban temerosos de que hiciéramos un gran flash mob. Entonces llegó Swat, que es un equipo especial del Departamento de Policía de LA y todo se puso rudo; ellos solo permitían que hubiera 250 personas, había reglas para la audiencia, tuvimos que pagar por guardias de seguridad y esa clase de cosas.

“Las bodas son totalmente para adultos porque son muy explícitas. La más extraña que hemos hecho fue en Gijón, España, cuando nos casamos con el carbón. Fue en un centro de arte llamado Country. Diana, la pornoterrorista, participó en esta acción y fue muy agradable. En Canadá, por ejemplo, las bodas gay son legales, cada país tiene diferentes situaciones. Todas las bodas han sido gratuitas excepto la boda legal en Canadá, que fue en un teatro, allí la gente compró boletos y 250 personas vinieron”.

—¿Me gustaría saber tu opinión del artista nómada en la era global?, dado que tú viajas por todo el mundo y colaboras con artistas que tienen diferentes nacionalidades.

—Bueno, tenemos una diversidad de audiencias, en nuestros performance siempre tratamos de incluir indígenas, gente de color, todo lo que nosotras podamos. A mí me gusta tener gente de todos los países, pero obviamente, aquí estamos en una posición privilegiada. Me siento muy mal acerca de todo esto. Por eso, nuestro nuevo proyecto se llama Viaje redondo (Round Trip) y se encuentra en ecosexual.doc.

En Estados Unidos tengo mucha libertad, pero estaría más feliz de que no existieran fronteras o gobiernos, y de que la gente pudiera ir a donde quisiera, es una cuestión muy anarquista y no sé si funcionaría, pero creo que algunas fronteras son necesarias, como las del cuerpo. Yo crecí en Panamá e iba para arriba y para abajo por toda Latinoamérica. Actualmente, las fronteras se han convertido en algo de miedo, yo misma he tenido algunas experiencias de miedo en las fronteras con algunos guardias.

—¿Me gustaría saber a qué te refieres cuando hablas de las fronteras en el cuerpo de la mujer?

—Creo que mi trabajo ha ido cambiando día a día, mes con mes, década tras década, cuando yo descubrí el sexo yo era muy entusiasta y muy promiscua, y de verdad me gustaba mucho compartir mi cuerpo con toda clase de personas, no tenía fronteras, era muy aventurera. Tenía mucho sexo, tú sabes, con algunos personajes muy locos. Ahora me veo a mí misma como una misionera, dando amor y mi cuerpo, dando mi alma como un acto generoso. Pues necesitaba ser tocada después de todas estas aventuras, trabajando por 25 años en la prostitución.

“Antes había una frontera entre mí y la naturaleza, pero ahora me siento conectada con la luna, el aire, la nieve, ya no hay fronteras entre mí y los árboles, porque ellos son mis esposos y esposas, ya me casé con ellos y hago el amor con ellos, son mis hijos y es realmente divertido. No sé todas las respuestas, pero sé que realmente tengo una muy excitante y un divertido sentido del placer hacia la vida, y esta es mi contribución en el mundo. Es muy divertido”.

Para mayor información:

http://anniesprinkle.org/about-annie/mini-biography/

http://sexecology.org/coal/

http://sexecology.org/wedding-to-the-dirt/

www.yhared.com

LAS MÁS VISTAS