Leyenda del tesoro de los arrieros en León

Historia

Se dice que en estos municipios quedaron enterradas cuantiosas cantidades de dinero.

Leyendas de León: El tesoro de los arrieros
Alejandra Sánchez
León /

En la época de Francisco Villa, los arrieros sufrieron infinidad de vandalismo y violencia, pues a cada momento eran asaltados y también asesinados, con la intención de obtener sus bienes, los cuales eran bastantes, ya que cada que acudían a las ciudades a vender su ganado, lograban obtener cuantiosas cantidades de dinero que escondían para no ser despojados y por ello quedaron enterrados en varios puntos de la ciudad.

En la comunidad de San Judas dentro del municipio de León, existía una gran producción de Ganado, por lo que arrieros salían de dicho lugar rumbo a San Francisco del Rincón, Silao y León, con la intención de ofrecer a sus animales por monedas de oro o por barras de plata, con el cual podrían sostener a sus familias y lograr tener un crecimiento en la comunidad, por lo que al momento de vender, guardaban perfectamente su dinero en bolsas de cuero, que escondían en su ropa; sin embargo, al momento de regresar a sus comunidades, constantemente eran asaltados o incluso asesinados por obtener sus riquezas.

​Pocos eran los que lograban sobrevivir y llegar a casa con dinero para sus familias, lo que orilló a los arrieros a ir escondiendo su dinero al momento de vender sus ganados, esto para que al momento de volver y ser asaltados, no lograran encontrar sus pertenencias; varios relatos se tienen de arrieros que eran abordados por el ejército Carrancista, en donde les cuestionaban que con quien estaban, si con Carranza o con Villa, a lo que ellos, confundidos sin saber la respuesta correcta, decían villistas y entonces les aplicaban la ley fuga, terminando con su vida de un disparo.

En la actualidad se tiene todavía la creencia de que esos tesoros que los arrieros dejaron enterrados, están bajo varios territorios de la ciudades de León, Silao y San Francisco del Rincón, sin embargo, los ciudadanos de la Comunidad San Judas aseguran que los tesoros están escondidos debajo de la comunidad y que brillan los tres jueves mayores, Jueves Santo, Jueves de la Ascensión y Jueves de Corpus, pero que los intentos por encontrarlos son en vano pues las almas de los arrieros siguen vigilando sus riquezas.

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