De osos, crímenes e historia… las leyendas en Nuevo León

Como parte de nuestra identidad, la tradición oral de Nuevo León muestra una amplia riqueza de cuentos, relatos y leyendas que perduran hasta nuestros días.

Un caso sería "El crimen de la casa de Aramberri", en donde algunos elementos -como el perico que delató al asesino- están presentes en otras historia
Gustavo Mendoza Lemus
Monterrey /

Más allá de la ciudad, la tradición oral de Nuevo León muestra una amplia riqueza de cuentos, relatos y leyendas que perduran hasta nuestros días como parte de nuestra identidad.

Antes que los 'hombres pájaro' de la zona Contry, o la 'bruja' del área Guadalupe, en las rancherías y poblados de municipios rurales cuentan con sus propias leyendas sobre animales fantásticos, historias sobre crímenes y personajes populares.

El historiador Homero Adame Martínez ha recopilado leyendas de diversos puntos del país, en específico del altiplano potosino así como de la zona sur de Nuevo León. Su investigación se ha publicado en más de 25 libros, así como en el blog https://adameleyendas.wordpress.com.

Las leyendas son aquellos relatos que parten de un hecho real, pero que gracias a la narración oral se van adornando con elementos fantásticos. Existen leyendas de corte nacional, que prácticamente se cuentan en todo el país, como el relato de "La Llorona".

También existen relatos locales que con el paso de los años van cobrando relevancia en otras ciudades. Un caso sería"El crimen de la casa de Aramberri", en donde algunos elementos -como el perico que delató al asesino- están presentes en otras historias.

"La podríamos tomar como una leyenda contemporánea y es muy local, que se remite a una calle del centro, y que se trata de una historia muy contada", destaca Homero Adame Martínez en entrevista.

De animales fantásticos a héroes populares

Si la modernidad nos trajo al "Hombre pájaro", y años recientes al "Chupacabras", los pueblos serranos de Nuevo León ya tenían a "Juan oso", los "vampiros" y el aullido del ahuichote como sus historias a contar.

El relato de "Juan oso" refiere cómo un gran mamífero bajó de la sierra y en el pueblo se roba a una joven. Con ella procrea y su hijo se vuelve un hombre grande, peludo y de una fuerza sobresaliente pero de baja inteligencia.

La historia se narra por igual en los pueblos serranos de Montemorelos y Linares, pero se extiende hasta Tamaulipas y Coahuila. Su origen podría retomarse a historias ibéricas que llegaron con los colonizadores, aunque también tiene referencia a los pueblos kikapú quienes tienes al oso como figura totémica.

"Todavía hay quienes te dice, que su papá conoció a 'Juan oso', o que trabajaba de jornalero o cargador. Esta leyenda tiene orígenes ibéricos, podemos rastrearla hasta allá", agrega el historiador, premio Internacional de Cuento, Mito y Leyenda Andrés Henestrosa en 2008.

El "Chupacabras" se puso de moda en los últimos años de los 90, lo cierto es que los campesinos entre Aramberri y Matehuala hablan de "vampiros", o murciélagos grandes, que se alimentaban de la sangre de los animales de granja.

También está el ahuichote, un animal fantástico que nadie ha visto pero que identifican en comunidades de Galeana y Mier y Noriega. Se caracteriza por su aullido, similar al de un coyote, que anuncia la muerte de alguna persona.

Las leyendas no sólo se refieren a animales fantásticos, sino que también narran hechos de personajes a quienes la población les relaciona actitudes de bondad. Quizás el más conocido es la historia de Agapito Treviño "Caballo Blanco", el 'Robin Hood' regiomontano.

Entre narcos y el covid-19

¿Será que en algunos años nos encontremos con leyendas relacionadas a la inseguridad o, incluso, a la pandemia provocada por el covid-19? la tradición oral y la imaginación de la sociedad tendrán la última palabra.

"Donde hay hechos de sangre, o actos violentos, se termina por generar una leyenda, con un fantasma o un espíritu. Por otro lado están los héroes culturales, que tenemos en Nuevo León a 'Agapito Treviño' o el caso de 'Malverde', en Sinaloa", expresa Adame.

Y agrega: "seguramente algún día se contará de cómo se vivió el tema del virus, de la pandemia, porque es algo que está pasando en todo el mundo por igual".

El historiador Homero Adame Martínez es autor de libros como 'Leyendas de todo México' (Editorial Trillas), 'Mitos, cuentos y leyendas de Nuevo León', o 'Leyendas, relatos, costumbres y Tradiciones de Nuevo León', ambos con editorial Font.

Claves

Algunas leyendas de Nuevo León recopiladas por Homero Adame Martínez, disponibles en el blog https://adameleyendas.wordpress.com.

La casa del ahorcado

Linares, Nuevo León

Allá por la calle [General] Anaya, enfrente de donde está un depósito, antes había una casa abandonada. Ahí se Guadalupe, Zac - museo - foto de Homero Adame (9) ahorcó un señor hace un chorretal de años.

Pues, mira, yo pasaba por ahí y había veces que veía un foco prendido, y otras veces no. ¿Qué sería? Una casa abandonada no tiene luz, no tiene gente; la luz se la cortan después de un mes de no pagar, etcétera. Pero pasábamos y el foco estaba prendido. De curiosos nos asomábamos por la ventana y no veíamos movimiento ahí adentro. Quien quite y fuera un falso contacto, pero lo raro es que ni siquiera había medidor en la casa ésa…

El asunto es que ahí se ahorcó un señor. Pero, según esto, cuando esa persona compró la casa, o la rentaba –quién sabe–, él y su familia la arreglaron, pues estaba bien fregada por dentro. Luego ya estaban viviendo ahí y parece que el señor quería sembrar un limón y se puso a escarbar en el patio trasero y parece que se encontraron un ataúd. Total, se asustaron y todo, pero lo sacaron y le avisaron a la poli, y si mal no recuerdo se lo llevaron al panteón.

Pero a partir de que sacaron ese ataúd la cosa se puso fea. Se oían ruidos, se movían cosas, los hijos de esas gentes se despertaban asustados a media noche; en fin, estaba del carajo. Y lo peor fue que el señor ése empezó a deprimirse. Ya no salía, se echaba sus tragos y estaba como ido todo el tiempo, hasta que… hasta que una vez amaneció ahorcado. Qué gacho, ¿no? Imagínate la tragedia para la familia. Pero bueno, al poco tiempo se cambiaron, pero la pena no se la quitaron tan fácil, ¿no crees?

Total. Según platicaban antes, cuando sacaron el ataúd se salió un espíritu chocarrero que hizo que el pobre hombre se matara, y desde entonces nadie habita esa casa. Pues ¿quién le va a entrar, si la cosa está así de fea?

El león con melena

San José de Raíces, Galeana Nuevo León

D’este lado en la sierrita salen animales grandes, que venao, que jabalí, que oso y gatos grandes –asegura el Sr. Pedro Casas–. La gente le tiene miedo al leopardo porqu’ése atac’al hombre, aunque primero se va sobre las chivas o los becerritos. También hay un lión qu’está todo peloncito y ése también es muy salvaje y ataca al hombre namás porque sí. Pero hay otro lión que protege a la gente; ése que le digo tiene así como lanaafrican-lion-masai-mara-national-reserve-kenya alrededor del pescuezo y en todo el espinazo. Yo nunca los he vido en la sierrita, pero sí los he vido en los libros. Es un lión muy largo y muy grande, tiene unas patotas d’este vuelo.

La gente de más antes platicaba qu’ese lión peludo habitaba en la sierrita y namás salía cuando alguien iba ser atacado por un leopardo o por un lión pelón, y que protegía a la gente, luchando contra los otros animales feroces y siempre les ganaba. Hasta los perros sabían que era un lión bueno porque ni le ladraban siquiera. Y, mire, ya cuando terminaba de hacer su buena acción, o sea proteger a un hombre y matar a un leopardo o a un lión pelón, ese lión con melena se iba muy campante.

La sirena

Salinillas, Anáhuac Nuevo León

No, mire, que yo sepa no cuentan historias así acá en Anáhuac. Es que usted sabe qu’este pueblo es muy nuevo y munchos [sic] de los que vivimos aquí llegamos de otra parte; al menos los más grandes, porque los chamacos ya nacieron aquí –manifiesta la Sra. Lupita Briones. Lo que yo sí sé es de una plática –una leyenda, ¿vedá?– que todavía platican de quesque una sirena, pero eso es allá en [la laguna de] Salinillas. ¿No conoce p’allá? Ah, entonces ora que vaya p’allá pregunte pa’ que se desengañe.

Mire, esa leyenda es de qu’en la laguna vive una sirena, o sea una chamaca jovencita de a tiro, pero con el cuerpo de pez de la cintura p’abajo y cuerpo de chamaca de la cintura p’arriba. Dicen qu’era una chamaca así normal pero que se volvió sirena porque se metió a bañars’en mero Jueves Santo y es que, según eso, bañarse ahí en Jueves Santo no es bueno. Yo la meritita verdad no creo que haiga sido cierto porque nosotros hemos ido en Semana Santa y las sobrinitas mías se meten a bañarse y no les pasa nada, ¿eh? Pero lo que yo sí creo es que a lo mejor esa chamaca traiba algún pecado y Dios Nuestro Señor la castigó. Entonces por eso ya’stá así como sirena, ¿verdad?

Una vez que vinieron unos familiares de Monterrey, todos los muchachos se fueron a Salinillas a pescar –fue hace como tres años en mera Semana Santa. Cuando volvieron el sábado –traiban harto pescado– dijeron que habían oido [sic] que ya pardiando oyeron a una chamaca qu’estaba cantando y tocando una guitarra, pero que nadie la pudo ver porque parece qu’estaba allá como en un cacho de tierra (isla) en medio de la laguna. Luego los muchachos de aquí ya les platicaron a los familiares d’esta historia de la sirena porque, ha de saber usted, dicen que una vez, hace munchos años, fueron unas gentes en Semana Santa también y andaban pescando en lancha y parece que se bajaron a ese cacho de tierra que le digo pa’ descansar. Ai s’estuvieron hasta que bajó el sol y cuando regresaron a la lancha ya no estaba la guitarra que llevaban. O sea qu’ellos dijeron que la sirena les robó la guitarra porque antes d’eso dicen que nomás cantaba ella, pero sin guitarra, y desd’entonces que ya canta con guitarra.

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