La leyenda cuenta que Pancho Rojas, un arriero tamaulipeco, cruzaba el Cerro Partido en Ocampo, Tamaulipas para dirigirse a su trabajo, y que un día se detuvo para buscar un tesoro dentro de una de sus cuevas, sin imaginar lo que pasaría.
El joven, quien para dirigirse a trabajar siempre cruzaba con su burro por el Cerro Partido, se sentó a descansar ante el inmenso sol en una de esas tantas veces que recorría la sierra.
Al estar recostado bajo la sombra de un árbol, recordó las historias de su comunidad que hablaban de la existencia de un inmenso tesoro en una de las cuevas del cerro, compuesto de joyas, doblones de oro español y demás riquezas.
- Te recomendamos La Mujer Vampiro de la iglesia San Juan Bosco, entre el mito y la realidad Virales
Comenzó la búsqueda del oro
Con la idea dando vueltas en su cabeza, Pancho pensó que era buena idea salir a buscar aquella fortuna perdida. Por suerte (o desgracia), el arriero encontró la entrada de la cueva guiado por el brillo del precioso metal, que se desbordaba a la entrada del lugar.
En seguida se puso a llenar costales, pero cuando intentó salir escuchó una voz cavernosa que le susurró al oído: ¿Quieres el tesoro, hijo mío? Todo o nada, Panchito…
Asustado, echó a andar con los costales cargados en el lomo de su burro, y sin voltear la mirada, siguió su recorrido hasta llegar a casa.
Al mostrar todas las riquezas que descubrió, sus familiares le aconsejaron que para alejar todo el mal o desgracias que le pudiera ocasionar la maldición, pagara una manda de oro a la Virgen del Contadero y donara la mitad de su fortuna.
La desgracia
La avaricia de Pancho le impidió realizar lo aconsejado, pero un día cuando iba de camino a hacer compras con sus costales repletos de oro, pasó frente a la imagen de la Virgen y recordó las palabras que escuchó en la cueva.
De pronto, su tesoro se convirtió en piedra, por lo que el arriero buscó la manera de regresar al cerro pero no encontró la cueva. Sólo volvió a escuchar aquella tenebrosa voz y ante él apareció un viejo indio. En ese mismo instante, Pancho cayó muerto.
Pancho Rojas y sus mulas
Los habitantes de la comunidad de "El Contadero" en el municipio de Ocampo, Tamaulipas señalan que al ingresar al Cerro Partido, camino a la Virgen, se puede observar la silueta del arriero Pancho Rojas y sus mulas en la Sierra Madre Oriental.