Antonio Cordero busca redefinir el papel de Cortés en la conquista

En el libro Hernán Cortés o nuestra voluntad de no ser el escritor presenta una visión "compensatoria", ante lo que considera la falta de un ánimo reivindicatorio.

Autor de 'Hernán Cortés o nuestra voluntad de no ser'. (Cortesía: Jerónimo Cordero)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Las reflexiones sobre el papel de un personaje como Hernán Cortés seguramente se impulsarán en 2021, con las celebraciones por los 500 años de la caída de México Tenochtitlan, un empeño al que ha dedicado buena parte de su tiempo el escritor Antonio Cordero, cuya certeza parte de la necesidad de presentar si no una visión apologética del conquistador, “sí compensatoria, ante lo que considera la falta de un ánimo reivindicatorio”.

Hernán Cortés o nuestra voluntad de no ser, que llega a su segunda edición corregida y aumentada a cargo de Editorial Colofón, es el título del volumen en el que apuesta por abandonarlo como un instrumento ideológico, aunque a sabiendas de que difícilmente dejará de ser visto como un personaje polémico a unos meses de la conmemoración de la caída de la Gran Tenochtitlan.

“Siendo el personaje histórico más importante de México, sobre todo el que mayor utilidad podía darnos en momentos difíciles ante otras naciones, lo hemos rebajado al villano, al causante de todas nuestras desgracias, cuando es todo lo contrario si sabemos interpretar nuestra historia, si realmente le damos el justo espacio que él debería de tener”, asegura el autor del libro.

La intención de Antonio Cordero con el título, en especial con la idea de “nuestra voluntad de no ser, es propiciar el debate acerca de las posibilidades que tendríamos como sociedad si vemos la historia desde esa perspectiva, “porque tenemos tanto con qué ser grandes, sin embargo, no ubicamos todo ese legado que tenemos en el recipiente correcto para valorarlo hoy en día”.

“Porque es la persona que trajo a México o que plantó los elementos que nos hacen nación, que puede permitirnos esto que tú y yo estamos haciendo, que es hablar, que nos podamos comunicar, la lengua la trajo Cortés, es un beneficio de la conquista. Él unificó un territorio, porque esto era cientos de poblaciones y señoríos antagónicos entre sí y el ya lograr la unificación del territorio, es un gran avance”, a decir del abogado de profesión.

Para Antonio Cordero Galindo, a los personajes históricos los tenemos que juzgar por sus resultados, no por sus buenos sentimientos o la manera en que murió, de ahí el esfuerzo que realiza en este volumen, que no es precisamente un libro de historia, sino más bien un ensayo que pretende redefinir la presencia de Cortés en la construcción de una identidad.

“Debemos analizarlo como el hombre que fue, con sus defectos: a final de cuentas, antes de ser estatua de bronce fue una persona de carne y hueso, con debilidades, con ambiciones, con egoísmos, pero creo que sus resultados positivos están por encima de cualquier debilidad, vicio o defecto que haya tenido”, destacó el autor.

PCL

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