Pablo Maurette, ensayista y profesor de literatura en Estados Unidos, públicó en 2015 El sentido olvidado. Ensayos sobre el tacto, un libro que pretende reintegrar la importancia que tiene este sentido para los seres humanos a la altura de los otros cuatro: vista, olfato, gusto y oído.
El año pasado vio la luz La carne viva (Editorial Mardulce), en el que el académico de origen argentino amplió su análisis sobre el tacto e incluyó por fin un texto sobre el escritor Jorge Luis Borges que quedó fuera en el primer volumen sobre el tema.
En entrevista con MILENIO, Maurette defiende la teoría de que el arte (leído, visto) tiene la capacidad de poner la carne de gallina a un lector atento o un espectador sensible, es decir, que puede materializarse y tocar, literalmente, a las personas que lo experimentan.
En este libro el ensayista trata precisamente de demostrar lo anterior mediante la utilización de un argumento que dota a la ficción, sobre todo a la literaria, de características propias del proceso de encarnación.
“La pregunta que cruza el libro es ¿qué tipo de vida tiene la creación artística? Cuando decimos que un personaje de una novela, un cuadro o una escultura es tan ‘real’ o tan ‘vívido’ que nos afecta, que nos pone la piel de gallina, ¿a qué nos referimos? El libro es una exploración de las maneras en que el arte implica una forma de encarnación, en el sentido de la creación de algo vivo”, señala.
La carne viva incluye cinco ensayos amplios y meticulosos, de los cuales destacan dos: uno sobre Borges y otro más de la circuncisión de Cristo.
“El ensayo sobre Borges se centra en él como escritor que encarna su propia obra literaria. Un autor que transforma su vida misma en literatura.
“Uno dirá que todos los escritores, de alguna u otra manera, hacen esto, pero en el caso de Borges el proceso es paradigmático y omni-abarcante de toda su producción.
“Siempre se lo considera un autor cerebral, obsesionado con la metafísica, y con las ideas. Mi ensayo trata de presentar un Borges corpóreo, un Borges táctil, un Borges de carne que, a la manera de un Rey Midas literario, transforma en literatura todo lo que toca”.
En el caso del ensayo sobre la circuncisión de Cristo, añade Maurette, cuenta la historia del divino prepucio, una de las reliquias más fascinantes de la tradición cristiana.
“Jesús fue circuncidado y su prepucio es la única parte de su cuerpo que permaneció en la Tierra. El ensayo habla de los problemas que tuvo la tradición exegética cristiana para dar cuenta de este detalle, un poco embarazoso, que nos recuerda que Jesús no solo era judío sino que tenía genitales”.
Análisis
La carne viva abreva en textos clásicos, en referencias bíblicas, en santos budistas y estetas japoneses. Además de Borges y Cristo, están presentes las experiencias místicas de la beguina Agnes Blannbekin, la autodestrucción en la obra de Barón Biza y la crueldad en los tiempos de un antiguo emperador hindú.