Cuando se estrenó el documental El espejo del arte de Pablo Jato, en 2015, se desató el escándalo, se cancelaron proyecciones en la Cineteca Nacional e incluso galeristas y curadores de arte importantes, como Cuauhtémoc Medina, se indignaron con el director y puso a sudar a varios más.
Jato buscó e incluyó el testimonio de Avelina Lésper en el documental, por lo tanto, se especuló en aquel momento que todo era un plan entre la crítica de arte y él, pero no era cierto.
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Avelina Lésper, directora de la Colección Milenio Arte, opinó que Pablo Jato hizo una cosa revolucionaria en el mundo del arte y exhibió a varias personas.
“El día en que el documental se presentó en la Cineteca Nacional hubo casi golpes, un escándalo y varios se ofendieron, dicen que no es cierto y hasta lo han saboteado. Las galerías estaban muy enojadas ¿por qué? porque Pablo puso en evidencia muchísimas cosas de gente que se supone que se dedica al arte y no sabe lo que es el arte y no puede definirlo”.
Pablo Jato está de regreso con el libro El espejo del arte donde el director habla más profundo del tema y dónde incluye algunos datos sobre su polémico documental.
“Yo soy un amante del arte y en el libro lo digo, pero me preocupa ver lo que está ocurriendo en el mundo del arte y en la cultura. Estamos viviendo una época muy extraña donde hay una serie de cosas que no cuadran y por eso hice el documental y ahora presentó el libro, donde explicó profundamente que el arte no tiene definición, hay mil definiciones, cada uno tiene una, pero si no hay una definición para la vida ¿cómo vamos a tener una definición para el arte?, es absurdo, pero cuando estás frente a una verdadera obra de arte dices ¡ah, cabrón!”.
Para el entrevistado, que algunos galeristas lo consideran el enemigo número uno, es porque dice las cosas que piensa.
“La gente se asusta y cuando la gente lo hace, reacciona con miedo y con agresividad. Es como los que atacan a Avelina Lésper por decir lo que dice de corazón y es lo que piensa realmente, pero nadie ataca cuando hay críticos de arte famosos que critican según el dinero que les pagan, eso es terrible. El crítico no es quien decide si algo está bien o está mal, el crítico puede dar su opinión, pero hay algunos que se sienten los dueños de la opinión de los demás”.
El cineasta cuenta que un día quiso entrevistar a Gabriel Orozco en una fiesta VIP, pero los guardaespaldas del artista no lo dejaron y lo sacaron del evento.
Sobre El espejo del arte, Pablo Jato comentó: “a mí me han atacado mucho porque dicen que no profundizo, que no sé de arte y entonces escribí el libro de 500 páginas de lo que es el arte y ahí les va mi opinión. El libro incluye frases de las entrevistas del documental y el primer capítulo prácticamente es la respuesta a ¿qué es el arte? Mi respuesta que es válida o no, en ella se refleja un poco lo que yo he platicado con mucha gente y el resto del libro es un poco demostrar lo que es el fraude del arte contemporáneo, empezando por Marcel Duchamp quien mintió en todo”.
Durante la presentación del libro en el marco de la Feria del libro Tijuana, Avelina Lésper, quien estuvo vía remota, apoyó el trabajo de Pablo Jato.
“El tema lo toma en serio durante el documental, que la mayoría de las personas que responden no hayan podido hacerlo con el nivel y seriedad que el tema exigía, es otra cosa, todo mundo está fúrico porque están puestos en evidencia”.
Pablo Jato espera que después de todos los ataques y el escándalo, la gente se acerque a leer lo que piensa acerca del arte.
“Creo que es un libro único o de los pocos en México, en el resto del mundo hay varios. Trato de demostrar que todo el arte conceptual nació por una obra de Marcel Duchamp que es un fraude, sí, el famoso urinario, está demostrado que no lo hizo él, se lo robó a otra artista, una mujer que acabó en el manicomio. El banderazo como de salida del arte contemporáneo nace de una estafa y hasta hoy continúa”.
Para el entrevistado, el arte conceptual no es fraude, porque ningún arte puede ser un fraude, el arte es una cosa muy privada entre el artista y su creación.
“Pero lo que sí es un fraude es el mercado del arte contemporáneo y lo que se ha generado y es lo que está empujando el arte contemporáneo, fabricando artistas falsos, exposiciones malísimas. ¿El arte contemporáneo es un fraude? se podría decir que sí, porque es lo que venden las galerías y el problema del fraude es que se está ganando mucho dinero, se está generando mucho dinero y es un negocio tan grande que los estafadores están felices”.
Finalmente, Pablo Jato espera que sigan las reacciones a su polémico documental que sigue exhibiéndose donde pueda, algunos pedazos circulan en YouTube.
“Ojalá reviva o por lo menos que continúe. Yo creo que la gente sí tiene ese gusano de que algo raro está pasando, no es tonta y te están vendiendo en museos, en galerías lo que quieren y para colmo, quieren que el arte sea solo eso que presentan y el resto de lo que existe en el arte no existe. Se está dejando fuera a muchos artistas simplemente porque no hacen papel arrugado o vomitan en una galería y están literalmente olvidados y es terrible porque se le está haciendo daño al arte”.
El documental más reciente de Pablo Jato se llama El último tlatoani, sobre los restos de Cuauhtémoc en una iglesia de Ixcateopan en la montaña de Guerrero que también ha sido bloqueado (dice el director) por algunas cuestiones polémicas.
PCL