'Iconografía de La suave patria', una nueva lectura del poema de López Velarde

De acuerdo con Víctor Manuel Mendiola, al estar escrito desde el punto de vista de un soldado chuan, se plantea una crítica a la revolución, a los caudillos y a Obregón.

Grabado del libro 'Estampas de la Revolución Mexicana. 85 grabados de los artistas del taller de gráfica popular, 1947'. (Cortesía)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Hace más de un siglo se publicó "La suave patria". Algunos de los estudiosos y estudiosas, escritores y escritoras más importantes del siglo XX le han dedicado horas no solo a la lectura, sino también a la indagación de los detalles más íntimos de cada uno de sus versos y, sin embargo, parece que todavía quedan muchos elementos por sacar a flote.

Uno de sus lectores más acuciosos en la actualidad, el también poeta Víctor Manuel Mendiola, habla de las dificultades y oscuridades que se han localizado alrededor del poema cumbre de Ramón López Velarde, que quizá “posea un secreto”.

“Se pueden descubrir algunas cosas muy interesantes, sobre todo a propósito de poemas fundamentales, como "La suave patria". Creo que, aun cuando había sido dicho de manera tangencial o accidentalmente que en el poema había cosas extrañas, a veces resonaba una cierta voz no lastimera, pero sí con cierta añoranza… presintiendo que había algo ahí. Pero es mucho más que eso”.

Si lo leemos con cuidado, nos damos cuenta de que, en la primera parte del poema, López Velarde está siendo un retrato de sí mismo y de lo que va a hacer en su poema, pero luego escribe "Navegaré por olas civiles/ con remos que no pesan, porque van/ como los brazos del correo chuan/ que remaba la Mancha con fusiles", con lo que se refiere a la sociedad mexicana y, en particular, a la Revolución, pero también a una figura fundamental para entender el poema: el chuan.

Se trataba de un soldado bretón proborbónico y contrarrevolucionario, en palabras de Mendiola, con el que se identificaba López Velarde y cuyo significado se conocía desde hace mucho, pero es importante señalar “que no es una palabra que está haciendo una rima o que está en el poema para completar el verso: esa imagen reorganiza todo el poema”.

“Esto lo hace de una manera crítica: para criticar a la revolución, la violencia, los caudillos y a Obregón, pues él era carrancista, estuvo a punto de viajar en el mismo tren que llevó a la muerte a Carranza. El poema ofrece un elemento crítico aún más interesante: el hecho de que esté la sobreposición entre el retrato de López Velarde y el de un chuan, o el de la Revolución mexicana y el de la francesa, hace que el poema tenga una lectura histórica, si no mítica —porque un chuan no es un personaje mítico—, sí con una narrativa arquetípica”.

Desde la lectura de Víctor Manuel Mendiola, a lo largo del siglo XX, se puso el acento en su aspecto luminoso, de claridad, de simplicidad en el poema, sin percatarse de que había una complejidad y una diversidad en su tejido.

“Si uno revisa con cuidado el texto que escribió Xavier Villaurrutia, él no menciona explícitamente a "La suave patria" en su ensayo, que publicó en 1935, porque la veía con la idea de que López Velarde había creado algunos poemas con alguna simplicidad localista”, enfatizó el poeta, quien reflexiona de todo ello en el volumen bilingüe Iconografía de La suave patria (Ediciones El Tucán de Virginia / Lady in Black Publications).

Un poema en imágenes

“Nosotros podemos saber que en el mundo inmenso del universo o en el pequeñísimo de los átomos, hay cosas que existen. La manera cabal de comprenderlas es cuando las podemos representar en una imagen, cuando las podemos ver: la mirada en nuestra vida juega un papel muy importante, y en la poesía todavía más”.

Esta es la respuesta de Mendiola cuando se le cuestiona sobre la importancia de realizar una edición iconográfica del poema del zacatecano, con la que se da a la tarea de demostrar el fundamento de su reflexión: hay una simultaneidad entre el retrato de López Velarde y el de un chuan, entre la Revolución mexicana y la francesa.

“La iconografía es el seguimiento, si no verso a verso, casi, de las líneas de 'La Suave Patria' con las opiniones o presentimientos, o el conocimiento muy preciso de sus mejores lectores”.

Ya en trabajos anteriores, Víctor Manuel Mendiola ofreció una revisión de los puntos de vista de distintos críticos sobre la vida y la obra del poeta jerezano, no necesariamente para indagar línea por línea, sino cómo veían el poema en su complejidad, con lo que se dio a la tarea de analizar la opinión de González Rojo, de Villaurrutia, de Gorostiza, de Cuesta, por mencionar a los más significativos lectores de López Velarde.

“No es una imaginación mía, sino que viene en el libro Le Chevalier Des Touches, una novela de Jules Barbey d'Aurevilly, que está allí, con su portadilla y el grabado de la edición de 1863, donde se puede ver al chuan navegando la Mancha con un fusil: cuál versión leyó López Velarde, la francesa de 1863 o la española de 1920. No lo sé”.

Esta labor de Víctor Manuel Mendiola le permite ofrecer una nueva lectura del poema, convencido de que, al estar escrito desde el punto de vista de un soldado chuan, de un crítico de la revolución francesa, “al mismo tiempo está planteando una crítica a la revolución, a los caudillos y, sobre todo, a Obregón”.

"Al final del libro puse las notas verso a verso de 'La suave patria', que me sirvieron ahora para crear la iconografía. Esta iconografía está basada en las lecturas de sus grandes lectores”, recalca Mendiola, encargado de la investigación de la Iconografía de La suave patria de Ramón López Velarde, con el apoyo en la traducción y en el dibujo de Edith Noyola, y la revisión iconográfica del editor Pablo Moya.

“La iconografía yo la busqué, la investigué, pero necesitaba el auxilio de un experto que me pudiera balancear muy bien todo, para no cometer errores. Ese experto fue Pablo Moya, quien me permitió asegurarme de que el trabajo no erraba”.

El volumen cuenta con un epílogo del también poeta Marco Antonio Campos, quien reconoce que la obra de López Velarde es como una “gran casa de múltiples puertas donde hay cuartos iluminados, pero también otros en penumbra o en sombras que guardan un misterio”.

Iconografía de La suave patria de Ramón López Velarde se va a presentar el 4 de abril, en la Casa del Poeta, con los comentarios de Marco Antonio Campos, Edith Noyola, Armando González Torres, Pablo Moya y Leticia Luna.

PCL​

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