Marta Lamas y Ana Sofía Rodríguez Everaert reunieron textos del feminismo de los años 70 en el libro Lo personal es político (Lumen), que pretende acercar a las y los lectores al tema.
En entrevista con MILENIO, Marta Lamas, activista y fundadora de la revista Fem, habla de las raíces del movimiento que actualmente vive momentos importantes en México y en América Latina.
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—¿Cómo nació el proyecto?
Doy clases y desde hace tiempo empezó a sorprenderme que las chicas jóvenes no sabían de los textos de Rosario Castellanos, de Alaíde Foppa o Marta Acevedo, que son maravillosos. Le dije al editor Andrés Ramírez que por qué no hacían una antología con los textos que tenemos de hace 50 años. Y me respondió que lo hiciera yo (risas), pero no hubiera podido sola, por eso la hice con Ana Sofía, quien es una historiadora joven, informada y fue muy interesante la mancuerna que hicimos.
—¿Cómo dividieron el trabajo?
Ana Sofía hizo una exploración por fuera y, al final, decidimos acotar el libro a este grupo que primero se llamó Mujeres en acción solidaria y después Movimiento de liberación de la mujer y hasta ahí llegamos. Ahora estamos pensando hacer una antología sobre los 80, ahí sí va a haber muchos más grupos, y bueno, en este país en donde el centralismo es tan fuerte, la verdad es que la información que teníamos de los 70 era lo que pasaba en Ciudad de México, sin embargo, sería muy padre que en otros estados de la República las feministas empezaran también hacer ese trabajo.
—¿Fue interesante volver a leer estos textos?
Ha sido una cosa muy entretenida en el sentido de cómo un texto te remite a ese momento que viviste. El primer texto que leí fue el de Marta Acevedo y cuando entré a la revista Fem se hablaba mucho de Rosario Castellanos y conocí los textos. El libro podría ser el doble de grueso, pero hubo que hacer una selección y por eso es que la mirada de Ana Sofía fue importante, porque ella tiene ese criterio de investigadora histórica y fue equilibrando los textos. En esos años había muchas figuras y yo me convertí en una de esas figuras. A lo mejor puede ser molesto para el lector la autorreferencia, que aparezcan textos míos, pero pues ni modo (risas), ahí estaba yo.
—¿Leerlos es aprender del pasado?
Sobre todo es conocer el pasado para no repetir los mismos errores y para aprovechar las cosas maravillosas. El texto de Rosario Castellanos se llama "La abnegación: una virtud loca" y es un discurso que ella va a dar frente a Luis Echeverría a principios de 1971, en donde las cosas que señala son las que se están debatiendo ahora. Entonces, hay un análisis político dicho de una manera muy literaria que tiene que ver con una realidad. Ahora las mujeres que han salido a las calles masivamente no han sido las mujeres clase media, han sido las chavas que ha juntado a muchas mujeres también a sumarse a esta protesta.
—¿Qué aportan?
Son textos maravillosos, bien escritos y una delicia. Creo que Lo personal es político se va a convertir en un libro de estudio, ahora que está de “moda” el feminismo, estos textos son parte de las raíces en México. Yo insisto que esta es una selección acotada, no pretende ser, para nada, ni representar todas las tendencias feministas que pueden haber existido en los 70.
En el libro se pueden leer textos sobre el tema de Marta Lamas, María Antonieta Rascón, Lourdes Arizpe, Alaìde Foppa y Carlos Monsiváis, entre otros, que reflexionan sobre el feminismo.
—¿Nos ayudará a entender más el movimiento feminista?
Sí, pero también a comprender la cultura. El texto de Monsiváis, por ejemplo, habla de estas representaciones culturales sobre las mujeres y sobre los hombres, se llama: “Soñadora, coqueta y ardiente. Notas sobre sexismo en la literatura y en la cultura mexicana”. Creo que no solo es entender el movimiento, sino entender esto que ahora llamamos género y que la derecha lo ha querido tomar como la ideología de género y asustar con que eso es el horror.
—¿Se ha cristalizado algo de esa lucha de los 70 en estos tiempos?
Creo que sí, yo tengo una extraña sensación como de ‘¡qué bárbaras!, lo que hacíamos en esos años, porque lo hacíamos en unas condiciones mucho más difíciles que las que existen ahora. Para lograr que Punto Crítico nos publicara nuestro artículo no fue fácil, como a lo mejor ahora son en las redes y en nuestros propios espacios feministas.
—¿El internet ha amplificado el mensaje?
Ha hecho que la transmisión, digamos, de un anhelo feminista, esté muy difundido. Pero también, la velocidad, el TikTok y los mensajitos no te permiten ir un poco más profundamente a la argumentación de por qué ese anhelo de feminismo es importante. Creo que estos textos sí te van a dar elementos para esa argumentación. Creo que muchas jovencitas que se sienten feministas, que andan con su pañuelo verde y van a las marchas, en este libro van a encontrar una línea histórica que las va a ir llevando de la mano y pienso que al final van a tener un panorama más claro de por qué hay una lucha que empezó desde el siglo XIX, pero que su versión de la segunda ola empieza en los 70 y ahora, aunque ya estamos en la cuarta ola para muchas personas, siguen vigentes muchas cosas que están planteadas en el libro.
PCL