Hace tres décadas, llegó a México Imanol Caneyada en su faceta de periodista y decidió quedarse a vivir en nuestro país, aun cuando desde un primer momento supo de los problemas de violencia y descomposición social que ya se percibían en distintas regiones, en gran parte a lo que define como “una enorme ceguera por parte de quienes tenían la responsabilidad y la posibilidad de poner un alto a esto”.
“A los pocos años de estar aquí resultaba muy detectable, sobre todo en el norte del país —donde se focalizó toda esta historia del crimen organizado— cómo se iba estructurando este enorme negocio, del que se beneficia mucha gente y no sólo estas caricaturas de delincuentes que nos presentan; sin embargo, había una enorme ceguera e indiferencia”.
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En ese contexto lanzó la novela Espectáculo para avestruces, la cual ahora es recuperada en el Fondo de Cultura Económica y que no deja de generar en el escritor de origen español una serie de sentimientos encontrados, al ver que no ha cambiado mucho la situación en la que vivimos.
“La idea que da título a la novela es que el problema crecía ante una actitud un poco de avestruces: de esconder la cabeza, cerrar los ojos, no querer verlo, explicarnos que esto sucedía lejos, en un territorio que ni siquiera era México: es ingenuo pensar que la violencia que se vive ahora se da a partir de 2006-2007, sino se venía dando desde mucho antes”, a decir de Caneyada.
La reedición le permite reflexionar sobre los cambios en México y en su propia manera de contar esas historias, convencido de que muchos de los problemas se pudieron resolver en su momento, por lo menos para no permitir tal grado de desarrollo, hasta convertirse en una cultura: “me parece importante y fundamental entender que se transformó en una cultura”.
“Quienes tenían el poder para cortar esto de tajo son los mayores responsables, pero también como sociedad lo permitimos, fuimos tolerantes y el miedo terminó por paralizarnos, y nos llevó a este callejón sin salida: “ese país que se podía transitar, enormemente amable, festivo, ahora está inmerso en una violencia atravesada por muchos otros conflictos, a decir de Imanol Caneyada: “rencores sociales, desigualdad e injusticias”.
PCL