Si un poema puede leerse y leerse de manera intensa un siglo después de su escritura es que se trata de una obra vigente. Tal es el convencimiento del poeta Marco Antonio Campos, traductor al español de La Prosa del Transiberiano y de la Pequeña Jehanne de Francia, de Blaise Cendrars, un escritor suizo en lengua francesa, nacido en 1887, y que tiene en esta obra a uno de sus momentos cumbre.
“Es un poema que abre en el siglo XX las vanguardias en Francia, aunque el futurismo ya se había dado en 1909 en Italia; el problema de todas esas aperturas, como el poema de Blaise, es que el 90 por ciento de las rupturas lingüísticas y estructurales ya estaban ahí: se creían que eran vanguardia y se repetían”, de acuerdo con el poeta mexicano.
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Coeditado por la Universidad Autónoma de Querétaro y El Tucán de Virginia, el libro se acompaña de un prólogo de Jean Portante y ensayos de John Dos Passos, Henry Miller y Enrique Molina, además de una ilustración de Antonio Luquín.
“Cendras la llama prosa, pero desde luego era un gran poema. Lo podría llamar un poema río: en eso hay una verdadera novedad y un gran logro, porque siempre están contando algo y lo está haciendo muy bien”.
Desde la perspectiva de Marco Antonio Campos, la maravilla del poema es que deja la sensación de viajar por la ruta del transiberiano, sin que en realidad se sepa si se trata de un viaje real o de uno imaginario.
Un suizo que siente la nostalgia por París, al tiempo de su propia juventud, de recuerdos y de posibles proyectos de viaje, en lo que se piensa como una especie de revolución literaria, al colocarse en sitios donde nunca había estado, siendo uno de los ejes la idea de resaltar la verdad poética, no necesariamente la real, de ahí la importancia del prólogo de Portante, quien se hizo cargo de la revisión del poema traducido.
“Tengo un criterio para la traducción: no traduzcas aquello que pienses que no lo puedes mejorar o, por lo menos, hacer una cosa distinta, y creo que con la ayuda de Portante recuperamos la música del poema, pues como buen autor de la lengua francesa, él conoce muy bien aquella época”, enfatizó Marco Antonio Campos.
Un autor olvidado durante muchas décadas, pero que ha dejado huella en distintas generaciones de escritores, es como define el poeta mexicano a Blaise Cendrars, de quien tradujo el libro La Prosa del Transiberiano y de la Pequeña Jehanne de Francia.
PCL