Dos libros para niños del historiador israelí Yuval Noah Harari deben ser vendidos en Hungría con una envoltura, según una polémica ley, criticada como homófoba, que determina que los contenidos que hacen mención de la homosexualidad solo pueden ser comercializados así en "defensa de los menores".
"Estoy muy triste, ya que la ley hace más difícil que los menores tengan acceso a estos libros", dijo el autor de Sapiens y Homo Deus al canal de televisión privado RTL.
El afamado autor agregó que no cree que la homosexualidad y la educación sexual de los menores sea el mayor problema de Hungría y que los políticos solo quieren distraer la atención de otros asuntos.
- Te recomendamos Creadores de 'Better Call Saul' ganan demanda por difamación de Liberty Tax Televisión
En sus libros para menores Por qué el mundo es injusto y Diario de cómo conquistamos la tierra, Harari hace un recorrido, en un lenguaje comprensible para niños, sobre la evolución, la familia, la agricultura y muchos otros temas más, tocando "en algunas frases" el tema de la homosexualidad, como parte de la historia.
Es por esas menciones la ley exige que estos libros deben ser comercializados empaquetados en un film transparente, que no permite ojearlos en la tienda.
La controvertida ley, promovida por el Gobierno ultranacionalista del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se aprobó en 2021 y prohíbe la publicación de contenidos LGTBI+ para menores, al tiempo que relaciona la homosexualidad con la pedofilia.
"Veo (en Hungría) problemas más graves en lo social y económico. Al no dejar hablar de la homosexualidad los políticos solo quieren distraer la atención de problemas mayores", señaló el historiador en declaraciones a RTL.
En julio de 2022, la Comisión Europea (CE) denunció a Hungría ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) por esta ley que también prohíbe hablar sobre la orientación sexual en escuelas y en programas para menores en los medios de comunicación.
Bruselas mantiene congelada la entrega a Budapest de 22 mil millones de euros en fondos comunitarios mientras no se demuestre que el Gobierno húngaro garantiza que los programas para utilizarlos respetan la Carta europea de Derechos Fundamentales.
evt