“Los pueblos indígenas son los únicos capaces de hacer su propia historia, su propia reflexión, para entender el pasado”. Alrededor de esa premisa se gestó la propuesta editorial de la colección 1521, un atado de vidas, cuya coordinación académica estuvo a cargo de Gibrán Bautista y Lugo y Pedro Marañón.
“En el ámbito académico tenemos un reto: cómo respetar la historia que hacen los pueblos y, al mismo tiempo, aportar un conocimiento nuevo para la reflexión de todas y de todos en general”, dice Bautista y Lugo.
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De acuerdo con el investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, el desafío más importante es abrirnos a unas concepciones de la historia que dejen de ser referentes nacionalistas, que dejen de ser antecedentes de una historia patria, “que consideramos nuestra cuando en realidad es un legado universal: necesitamos ser más universales y menos nacionalistas, ese es un reto de los historiadores”.
Impulsada por la Coordinación de Humanidades, los institutos de Investigaciones Históricas, de Investigaciones Estéticas, o los centros de Enseñanza para Extranjeros y de Investigaciones Multidisciplinarias, con el trabajo editorial de la Dirección de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, la serie se integra de 15 pequeños libros dirigidos a un público no especializado, nueve de ellos escritos por mujeres y siete de ellos sobre mujeres.
“Los fascículos de la colección, publicados como Material de Lectura, abordan vidas de estas personas desde perspectivas no necesariamente históricas o de especialistas: lo que buscamos fue que confluyeran diversas posibilidades de pensar ese pasado a partir de escrituras que no tienen que ver necesariamente con el rigor o con la presunta cientificidad de la historia, sino con la necesidad de pensar el pasado desde las preocupaciones del presente”, enfatizó el historiador.
Los títulos abordan fragmentos de la vida de personas tan conocidas como Moctezuma, Hernán Cortés o Carlos V, además de otras no tan populares, como Isabel Moctezuma, Catalina Suárez, Ana Tiacapan, Antonio Valeriano y Juana Ramírez.
“Las nuevas preguntas se reflejan en esta colección, pero se abordan de una manera mucho más libre y holgada: no se trata de una experiencia entre especialistas, sino de experiencias de escritura en donde confluyen diversas generaciones”.
Lo más importante, desde la mirada del historiador —autor dentro de la serie del título Ana Tiacapan, el mundo desde las faldas del cerro— es tratar de entender que lo que se publique se pueda leer en cualquier espacio, lo mismo en el académico que en ámbitos cotidianos que, sin duda, nutren todos los días a la historia.
El historiador llama a reflexionar sobre la manera en que se piensan ese tipo de acontecimientos desde nuestros días. Más allá de las transformaciones, son los mismos pueblos de hoy y desde hace 30 años piensan sobre su propia historia. “Nos planteamos una escala distinta para pensar la época y los procesos que se desataron a partir de 1521 en las vidas de las personas”, a decir de Gibrán Bautista y Lugo.
PCL