Cuando en su juventud Álvaro Gordoa vio a Tommy Lee, de Mötley Crüe, tocando con solo una tanga de leopardo encima, tuvo una epifanía: "Se me hizo muy provocativo, muy radical. Y creo que ese fue un momento de mi infancia... que no es de que yo ande en tangas de leopardo por la vida, pero en el que pude haber dicho: 'La ropa hace que nos separemos de los demás, se convierte en una manifestación de nuestra esencia'".
Así fue como el escritor y consultor en imagen pública entendió el poder de las prendas en la construcción de personajes y objetivos, además de su carga simbólica; elementos que abordó a fondo en su más reciente obra: El método P.O.R.T.E., ya disponible en librerías.
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"Fue un gran reto porque es un libro de imagen física. No importa si eres una chavita de 15 años o una abuelito de 80, si tienes mucho dinero en la cartera o poco, la idea es que el libro te diera recomendaciones que fueron hechas para ti. (...) La primera vez que se me vino a la cabeza el acrónimo P.O.R.T.E. fue hace 9 años. Pero fue hace 3 años no cuando me desperté diciendo: 'Lo tengo que escribir', sino cuando mi editorial me dijo: 'Álvaro, queremos un nuevo libro tuyo'".
Sobre el eje de esta obra, la ropa, el también rector del Colegio de Imagen Pública revela que tiene una relación "muy fetiche" con ella, en el sentido de que "muchas prendas se convierten en reliquias. La ropa se va cargando de simbolismo, de significado, una vez que sale de la tienda y nos pertenece: en esa chamarra se quedan las fiestas universitarias, en esos jeans se queda la juventud, en esa sudadera se queda la persona ex amada o en ese anillo o reloj el abuelo que ya murió".
A nivel personal, Álvaro atesora "una cobija hecha con todas mis t-shirts que me traen buenos recuerdos, y cada vez que una t-shirt me ha marcado y no la quiero tirar, la coso a esa manta". También guarda unas mancuernillas de su abuelo y una bata de hospital del día que nacieron sus hijas.
Y es que para el escritor una pregunta vital que todos nos hacemos a diario es: ¿Qué me pongo?, a la que equipara con "una cita con el destino", pues afirma que la ropa es un catalizador "de aquello que deseamos y nos acerca a eso que le llamamos éxito y felicidad".
"Para mí la moda, que es todo lo que nos ponemos encima y la relación que tenemos con la ropa y accesorios, es un sistema de comunicación no verbal, un lenguaje de signos y significados donde tenemos que tener un pensamiento crítico, quiero decir estrategia, pero también lúdico, de juego, para saber que son herramientas. Así como las redes sociales me ayudan a distribuir contenidos, la ropa me ayuda a sacarle provecho a lo que la naturaleza me dio y moldear mi mente y la de los demás alterando el comportamiento", expone.
Este conocimiento, que lo llevó a moldear su más reciente obra pero también se encuentra en sus trabajos previos - Imagen cool (2008), El método H.A.B.L.A. (2017) y La biblia Godínez (2019) - "lo heredé y me tocó escucharlo en casa", pues es hijo de Víctor Gordoa, "quien con mucho orgullo y desde México abrió los ojos de que la imagen es más de lo que se cree".
"Es mi jefe en todos los sentidos de la palabra", dice sobre su padre, quien sigue activo como presidente del Grupo Imagen Pública. "La relación es muy buena, separando lo del trabajo en el trabajo, y lo de casa en casa. Con él me gusta mucho comer, nos une la pasión por la música, compartimos canciones y lanzamientos, y también somos enófilos, nos encanta el vino", agrega.
Del camino que Álvaro se ha encargado de construir para sí, enriqueciéndose de todo el bagaje familiar, resalta su constancia para compartir sus conocimientos. "Al hablar de imagen pública sabía que yo no era la estrella ni el protagonista, pero tampoco la gente o audiencia tenía que ser la estrella: La estrella y el protagonista es el contenido, el saber. Entonces lo que dije 'Voy a generar contenido y habrá personas que lo querrán consumir' y de esa forma se fue creando esta gran comunidad", dice sobre los más de 500 mil suscriptores que están al pendiente de los videos que comparte en YouTube a través del canal del Colegio.
"Cuando genero contenidos, siempre pienso: ¿Por qué va a ser de utilidad? ¿Si alguien lo consume, por qué va a ser una mejor persona o versión de sí mismo? Nada me enriquece más cuando recibo testimoniales en redes sociales".
El consultor de imagen ahonda en lo anterior al decir que valora "la influencia de verdad; lo que me molesta es que cualquier persona que sube un bailecito a YouTube, se le empieza a llamar que está haciendo algún tipo de influencia o creador de contenidos. Con toda la dignidad que eso puede llegar a tener, a mi me gusta poder ser agente de cambio; que esa acción del contenido tenga una influencia que ayude a los demás a ser mejores y tener más; a crear abundancia en el buen sentido de la palabra: mayor riqueza humana o mayor riqueza material, que no está peleada la una con la otra".
"Al escribir libros quería generar conocimiento útil; que a las personas al leer les diera tips y recomendaciones que fueran consideradas como si me hubieran contratado para una asesoría personalizada. Segundo punto: que la lectura sea amena; que no se pierda el academicismo, pero que se hagan accesibles, que sientas que te los estoy narrando en primera persona en una charla de amigos. Y lo tercero es que rompan barreras de edad, sexo, orientaciones, temporalidades", concluye.
Acrónimo P.O.R.T.E.
P - Psicología de la ropa.O - Organización de guardarropa.
R - Recomendaciones 3C: cuerpo, cara y color.
T - Trucos ópticos.
E - Estilo.
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