En su apellido se refleja su estirpe actoral, y en su formación una necesidad de compartir sus preocupaciones a través de la palabra, de las historias —él mismo historiador de profesión—. Carlos Bardem es un convencido de que en ellas se puede encontrar la fórmula para comprender nuestro presente, tal como se refleja en Mongo Blanco, libro publicado en México por el Fondo de Cultura Económica.
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“La novela tiene el valor de describir minuciosamente cómo era la práctica del esclavismo: desde la captura de un ser humano en un río, en el interior de África mientras iba por agua, hasta su muerte en un ingenio en las Antillas o sirviendo en una Hacienda de La Habana.
“Cuando entiendes cómo era todo ese proceso y cómo condicionaba las relaciones sociales y económicas del resto de la población, es cuando puedes llegar a entender y a hacerte un juicio de cuál es el origen del racismo y de cómo se podría solucionar y cerrar esa herida”, cuenta en una videollamada el escritor y actor español.
Mongo Blanco se lanzó en España hace dos años, donde ya va por su sexta edición, aunque apenas comienza su distribución en México con el FCE, lo que le ha permitido hacer una reflexión sobre la manera en la que se ha leído hasta el momento: una novela histórica, sí, “pero también se podría decir que es una gran novela de aventuras.
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“Creo que es buena literatura y, como tal, es una reflexión sobre el ser humano. Me interesaba reflexionar sobre el mal. La estoy leyendo al hilo de todos estos sucesos y revueltas antirracistas, y la reacción a ellas y a esta herida nunca cerrada del racismo —no solo en Estados Unidos, sino en muchos países del mundo— y me doy cuenta que para entender de dónde viene el racismo hay que entender el esclavismo”, explica Carlos Bardem.
EL MONSTRUO DE UNA SOCIEDAD
Especialista en historia contemporánea de España, el actor no esperaba la recepción de Mongo Blanco, aun cuando no se trata de su primer libro publicado: desde su perspectiva, se trata de una novela histórica, al tiempo que de aventuras, que le permitió reflexionar acerca del mal, en particular del mal absoluto, como una manera de entender cómo es posible el ejercicio del mal absoluto, “cómo hay seres humanos capaces de ejercerlo sobre los demás y cómo hay quienes viven sufriendo el mal absoluto de parte de sus semejantes.
“Para eso, encontré el vehículo perfecto en la relación más perversa y malvada que puede haber entre los seres humanos: la que se da entre un esclavo y un amo; un tema que, al menos en España, se ha mantenido fuera del debate público, se ha encapsulado en lo académico, porque este monstruo fue creado por un sistema que lo necesitaba.
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“El sistema esclavista atravesaba la sociedad de la época, a ambos lados del Atlántico, de una manera total y absoluta: Pedro Blanco fue el que revolucionó la trata de esclavos, la modernizó, le aplicó todas las innovaciones técnicas. La escaló y esa es una parte de nuestra historia que no nos han contado”.
Sobre Pedro Blanco, el escritor encontró bastante información como para hacer un retrato: un marino excepcional, adelantado a su época… un tipo muy culto, aventurero, muy bueno en lo que hacía. “El problema es que eso era una atrocidad”, pero que poco se conoce precisamente porque la misma sociedad decidió ocultar el trabajo que llevó a cabo en vida.
“Muchas de las grandes fortunas de este país y de las instituciones más respetadas tienen su origen en la sangre de los esclavos. La novela es un intento de traer ese debate a la mesa en estos tiempos de rebelión contra el racismo: por eso, cuando pongo al lector delante de Pedro Blanco le estoy poniendo un espejo, le estoy diciendo ‘cuidado, porque en otra época, tú pudiste ser un monstruo’”, enfatizó Carlos Bardem.
Y ADEMÁS
DE LA ACTUACIÓN A LA ESCRITURA
Autor de libros como Muertes ejemplares o Alacrán enamorado, Bardem es más conocido como actor, con participaciones recientes en El señor de los cielos o Diarios de la cuarentena. Esto le permitió tener sus primeras exploraciones con la escritura: de su actuación en Perdita Durango, protagonizada por su hermano Javier, escribió Durango perdido: Diario de rodaje de Perdita Durango.