La ciencia ficción celebra a Isaac Asimov en su centenario

No se conoce la fecha exacta de su nacimiento, pero él siempre lo festejó el 2 de enero y el año se quedó en 1920.

Actualmente su obra atraviesa por el necesario proceso de reacomodo entre las generaciones más recientes. (Especial)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

La literatura de ciencia ficción tiene una larga tradición en todo el mundo. Aun cuando la crítica literaria no suele tomar al género muy en cuenta, al final se trata de una manera de entender al mundo, de recrear el futuro, sobre todo, y hasta de hacer apuestas, donde hay nombres que pueden ir de Julio Verne, a Kurt Vonnegut Jr., Philip K. Dick, Ray Bradbury, H. G. Wells, William Gibson o Isaac Asimov, quizás uno de los referentes más socorridos por su propia formación.

Asimov estudió química y se doctoró en bioquímica, incluso sus padres estaban esperanzados en que se dedicara a la medicina, pero la literatura ganó una batalla en la cual el escritor de origen ruso se convirtió en uno de los grandes maestros en el ámbito de la literatura de ciencia ficción, al lado de Arthur C. Clarke y Ray Bradbury.

Nacido en Rusia y fallecido en Nueva York, en 1992, no se conoce una fecha exacta del día de nacimiento de Asimov; él mismo llegó a señalar que pudo ser antes, pero sin registros le resultaba imposible decir con certeza la fecha, pero él lo celebró siempre el 2 de enero y el año se quedó en 1920.

Señalado como una rara avis, en quien se concentró una parte del conocimiento humano, el escritor conjugó las humanidades con la ciencia sin mayor problema, en gran parte a la caza de comprender a los seres humanos y su relación con el entorno.

Entre sus publicaciones, por ejemplo, hay una gran cantidad de libros de divulgación histórica y científica, sin hacer a un lado los artículos que solía escribir, en donde llegó a mostrar un amplio conocimiento sobre diversos temas: Los egipcios, Los griegos, El imperio romano, El nacimiento de los Estados Unidos, Momentos estelares de la ciencia, Civilizaciones extraterrestres, Los secretos del Universo, Orígenes o De los números y su historia.

Sin embargo, fue la literatura uno de los medios para transmitir sus preocupaciones como científico, en especial como un visionario sobre un futuro en el que ya se empezaba a reflejar algunos de los desafíos de la relación entre las humanidades y la tecnología, más allá de que siempre se confesó optimista de lo que las máquinas podrían hacer por la humanidad.

MIRADA CONTEMPORÁNEA

En la actualidad, la obra de Isaac Asimov atraviesa por el necesario e indispensable proceso de reacomodo entre las generaciones más recientes: autores como José Luis Zárate, Alberto Chimal o Bernardo Fernández Bef reconocen su lugar en el mundo de la ciencia ficción, pero ya les produce más interrogantes, sobre todo con algunas historias que fueron superadas por el paso del tiempo.

Su obra cumbre es la Trilogía de la Fundación, que en 1966 mereció el Premio Hugo a la mejor serie de ciencia ficción de todos los tiempos y si bien las series forman el eje de una obra prolífica de Isaac Asimov, al mismo tiempo desarrolló un gusto especial por el cuento, en donde siguen representadas muchas de las preocupaciones que lo acompañaron en vida.

Yo, robot, Nueve futuros, Compre Júpiter, El hombre bicentenario y otras historias, Los vientos del cambio, Visiones de robot o Adiós a la tierra son algunas de las recopilaciones de Isaac Asimov, algunas de las cuales se llevaron a la pantalla grande, con una recepción también muy variada.

Sobre la famosa Trilogía de la Fundación, el autor recordaba en una entrevista para la BBC en 1975: “En los años 40 decidí escribir una especie de serie de relatos históricos del futuro, la historia de cómo cayó el Imperio Galáctico y el interregnum que hubo antes del ascenso del II Imperio Galáctico. Diré con franqueza que me inspiré en el libro de (Edward) Gibbon Historia de la decadencia y caída del Imperio romano", confesó.

Algunos de los conceptos creados para la ficción por Asimov hoy forman parte de lo cotidiano en la tecnología, como la palabra robótica y sus tres leyes casi son vistas como esenciales para la futura (¿futura?) convivencia entre los seres humanos y los robots:

“Un robot no puede hacer daño a un ser humano”.

“Un robot debe obedecer las órdenes de los seres humanos, excepto si entran en conflicto con la primera ley”.

“Un robot debe proteger su propia existencia, siempre y cuando no entre en conflicto con la primera o la segunda ley”.

Se habla de hasta 500 libros publicados por Isaac Asimov a lo largo de su vida, ocupado en diferentes asuntos; por eso, hay quienes lo definen como uno de los padres de la literatura de ciencia ficción.

Y ADEMÁS

MÁS DE 80 RELATOS EN DOS VOLÚMENES

Penguin Random House publicó su obra cuentística en dos volúmenes, antología de más de 80 relatos que refleja tanto la erudición de Asimov como su interés en plantear los problemas con una perspectiva mucho más amena, cercana a la realidad.