Con emotivo homenaje, recuerdan al escritor Gilberto Prado Galán

Un grupo de amigos y colegas, realizaron un homenaje nacional al escritor Gilberto Prado Galán (1960-2022), quien nació en Torreón, Coahuila y fue palindromista, poeta, ensayista y un referente en la cultura mexicana

“Estamos aquí reunidos para celebrar una presencia luminosa. Un hombre resiliente ante los embates de la vida”, dijo el escritor Vicente Quirarte, quien recordó algunas anécdotas de su amigo, con quien se hablaba para conocer el “estado de nuestro corazón”.

En la Librería Rosario Castellanos del Fondo de Cultura Económica (FCE) estuvieron, además, Felipe Garrido, Luisa Reyes Retana, Alejandro González Acosta y Adolfo Castañón (vía remota), un evento que fue moderado por Julia Palacios, mientras que Fernando Rivera Calderón se encargó de la parte musical y quien recordó su amistad con el palindromista.

“La vida es una cosa tremenda para tomarla en serio y reímos muchas veces. Ahora que no está, nuestra obligación es leerlo y releerlo porque Gilberto nunca tuvo los honores que merecía”.

Gilberto Prado Galán fue galardonado con el Premio Internacional de Ensayo Literario Malcolm Lowry 1989, deja un legado literario en más de una decena de libros publicados.

Por su parte, Luisa Reyes Retana, opinó que “su último libro Ella era el jardín, un título muy generoso que habla del amor, del dolor de amar, del amor romántico y puro que tenía sobre Leticia Santo (quien falleció en 2016) y me parece que debió de ser una vida muy bella”.

Su notable trabajo como palindromista (gracias al cual formó parte de la Sociedad de Palindromista de Barcelona) le llevó a publicar cerca de 26 mil textos de este género en revistas como ArteletrA, Algarabía, La bolsa de pipas y El huevo.

El autor Alejandro González Acosta explicó en su momento que “fuimos amigos desde la primera carcajada que compartimos hasta la última conversación que tuvimos, quizá, fui uno de los últimos con los que habló”.

González Acosta, señaló que Gilberto Prado Galán más que vivir de la literatura:

“Él vivía en la literatura, todo lo hacía material literario. Todas las aventuras que tuvimos, viajamos a Perú y fue la primera vez que conoció el mar, en Callao y fue un gran momento que compartimos y ganó todos los premios importantes. En aquel entonces, yo decía y escribía que Gilberto Prado Galán no era una promesa de la literatura mexicana … es una amenaza y le gustaba mucho (risas)”.

Los asistentes leyeron algunos de los textos de Gilberto Prado Galán, contaron diferentes anécdotas en una noche emotiva donde se recordó al hombre y al escritor. Además se anunció que se publicar pronto un libro que reunirá una serie de conferencias que Prado Galán dio durante la pandemia.

Gilberto Prado Galán falleció el 21 de octubre de 2022. Ella era el jardín, fue publicado tan solo unos días antes, y se convirtió en el último testimonio en vida con que el autor siguió plasmando a través de sus letras su devoción por su esposa, una carta de amor para Leticia Santos Campa.

Tras la muerte de su amada Leticia, fue el mismo Gilberto quien aseguró que le dedicaba su más reciente producción, obra que consideró hibrida al contener tópicos filosóficos, psicológicos y poéticos.

“Qué bueno que hay Dios. Que? bueno que hay ayer y presente y mañana. Qué bueno que hay para ti, para nosotros la reunión trascendental, eterna: qué bueno por que nuestro amor es perenne, imperecedero.”

Finalmente, Fernando Rivera Calderón interpretó una canción que le gustaba mucho a Gilberto y a su esposa: “A mí me mató la vida”.

“Gilberto entregó un último libro como la misión de un soldado, como la batalla de un maratón, ése guerrero que entrega el libro de su vida y la cierra con ésas páginas”.

Entre la obra publicada de Gilberto Prado Galán, destacan los ensayos Esplendor del canto (1994), El oro amotinado (1997), Minas y teodolitos: ensayos sobre poesía iberoamericana (2002) y El libro de las preguntas: La posteridad insomne de Pablo Neruda (2004).

Como parte de su trabajo poético sobresalen los títulos Exhumación de la imagen (1985), Palabras contra el tiempo (1997) y El canto de la ceniza (2004), entre otros.

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