Hija del médico Pablo Valenzuela Meabe y de la escritora Luisa Mercedes Levinson, a la casa de Luisa Valenzuela solían acudir autores como Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato o Adolfo Bioy Casares; quizá por ello, Carlos Fuentes solía señalarla como una de las “herederas de la literatura latinoamericana”.
“No me tomo esas cosas en serio, porque si uno siente que debe estar a la altura de lo que esta gente extraordinaria dice, uno estaría en serios problemas. Lo tomaba como una gran generosidad de su parte y seguía adelante con mis cosas, y creo que eso lo apreció siempre.
“La verdad es que me crié con grandes escritores: mi madre era una escritora conocida y Borges estaba en casa todo el tiempo, mi relación con los grandes escritores es de igual a igual por caradura, porque empecé desde muy chica. No es que para mí esas palabras fueran sagradas, era sagrada su literatura”.
Palabras de la escritora argentina después de darse a conocer que había resultado galardonada con el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español 2019, otorgado por “la inteligencia de su obra, su genialidad narrativa y su sentido lúdico y creativo”, además de que en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara recibirá la medalla que lleva el nombre del autor de La región más transparente.
“Me da cierta vergüenza decir que sí, pero me siento satisfecha con mi obra, desde mi primera novela, que escribí a los 21 años. Es muy raro, porque nunca tuve una gran expectativa: sí quería escribir el gran libro de tal cosa, una novela extraordinaria y después hacer lo que pudiera. Siempre hice lo que pude. Estoy contenta, porque era lo mejor que pude en ese momento”, cuenta a M2 Luisa Valenzuela.
De hecho, en la actualidad se encuentra en la preparación de una antología sobre su obra y empezó a tomar textos de sus primeros libros. “Me siento peor que satisfecha: me siento asombrada, como envidiosa de mí misma —explica—. Cada libro es algo nuevo, es el descubrimiento de un nuevo camino y lo olvido cuando termino y es atroz, porque quisiera escribir otros en ese tenor”.
RIESGOS DE LA ESCRITURA
La máscara sarda. El profundo secreto de Perón, Cuidado con el tigre, El mañana, Hay que sonreír o Cola de lagartija son algunas de las novelas que han marcado el rumbo de la vida y la obra de Luisa Valenzuela, pero también libros de cuentos como Cambio de armas o Aquí pasan cosas raras, a los que habría que sumar Conversación con las máscaras, Cortázar-Fuentes. Entrecruzamientos o Escritura y secreto, ya dentro del género ensayístico.
“Ha cambiado mi escritura con el paso de los años, pero hay hilos conductores. Uno es físico, no necesariamente aparece en los libros, que son las máscaras. Me fascinan las máscaras, cada vez que voy a México busco una nueva ceremonia y yo creo que esa concepción de lo que es la máscara la aplico en la literatura: la aventura del descubrimiento de lo que uno no sabe sobre lo que se va armando”.
Entre todas las facetas que definen a Valenzuela, donde mejor se siente es en la escritura de ficción, aunque lo confiesa de manera secreta, porque el periodismo también le ha dado múltiples satisfacciones al entrar a lugares insospechados y conocer distintas realidades: “En los dos niveles me he sentido a gusto en unos momentos, en otros incómoda, porque son muy distintas maneras de acercarse a la escritura.
“El papel de la literatura debe haber cambiado muchas veces a lo largo de la historia, pero tiene la misma importancia en la medida en que se trata de un prisma para ver la realidad desde un ángulo mucho más reflexivo y la escritura de ficción, la de literatura, sigue siendo una forma de la aventura, un gran riesgo: no siempre sé si podré llevar a buen puerto eso que se está gestando desde la escritura en sí y de ese riesgo viene lo fascinante”, afirma Luisa Valenzuela.
Y ADEMÁS
UNA TRAYECTORIA INTERNACIONAL
Luisa Valenzuela es la primera mujer en obtener el Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria en Idioma Español, luego de haberlo recibido Mario Vargas Llosa, Sergio Ramírez, Eduardo Lizalde y Luis Goytisolo. Editada en más de 17 países de América, Europa, Asia y Oceanía, su obra se ha traducido al inglés, francés, alemán, holandés, italiano, portugués, serbio, coreano, japonés y árabe, y se caracteriza “por su particular abordaje de temas y motivos relacionados con el poder, el cuerpo, el humor y el lenguaje”, con lo que se ha convertido en objeto de estudio en universidades de todo el mundo.