Falleció Joan Margarit, “el arquitecto de las palabras”

Es uno de los poetas en lengua catalana más leídos, con referencias temáticas relacionadas con la Guerra Civil y sentimientos como el amor, el deseo y el dolor, la música y el jazz en particular, y la arquitectura, la lengua, el paso del tiempo.

Dejó listo para la imprenta el que será su último libro, ‘Animal de bosque’. (Alejandro García/EFE)
Barcelona /

El poeta y arquitecto Joan Margarit, Premio Cervantes 2019, falleció ayer a los 82 años en Barcelona a causa de un cáncer. El escritor, a quien le diagnosticaron la enfermedad hace poco menos de un año, recibió el mayor galardón de las letras españolas el 21 de diciembre de 2020 de manos de los reyes de España.

Aquel día, los reyes se desplazaron a Barcelona de manera privada para hacerle entrega del premio en un acto de carácter “íntimo y familiar”, después de que no pudiera celebrarse la ceremonia el 23 de abril del año pasado debido a la pandemia.

La entrega del Premio Cervantes se hizo en el Palacete Albéniz, la residencia oficial de los reyes en sus estancias en Barcelona, en presencia de la esposa, los hijos y nietos del poeta y del ministro español de Cultura, José Manuel Rodríguez Uribes.

El poeta dejó listo para la imprenta el que será su último libro, Animal de bosque, cuya versión bilingüe publicará la editorial Visor en las próximas semanas.

Así lo confirmó el Instituto Cervantes, institución que recordó la figura de Margarit como “un amigo y un sabio amante de la concordia al que siempre se estará agradecido por su cercanía, su amistad y su generosa compañía”.

“Autor de una poesía civil y profundamente humana, dio cuenta en sus poemas de una experiencia que, siendo personal, fue capaz de transmitir como universal”, agregó el Cervantes. Meses antes de recibir el Premio Cervantes en 2019, Margarit había dejado su legado en la Caja de las Letras. El poeta será despedido en la “estricta intimidad familiar”, según señalaron sus allegados.

LÍRICA EN CATALÁN Y CASTELLANO

Nacido en la localidad catalana de Sanaüja el 11 de mayo de 1938, el poeta era hijo del arquitecto barcelonés Joan Margarit i Serradell y de la maestra Trinitat Consarnau i Sabaté, a quienes la guerra obligó a retirarse a la casa de la abuela paterna en la población donde nació.

Con una treintena de libros publicados, es uno de los poetas en lengua catalana más leídos, con referencias temáticas relacionadas con la guerra civil y la posguerra, los sentimientos como el amor, el deseo y el dolor, la huella familiar, la música y el jazz en particular, la arquitectura, la lengua, el paso del tiempo o Barcelona.

El editor de Proa, Josep Lluch, con quien trabajó durante muchos años, dijo, tras conocerse el deceso, que a lo largo del tiempo fue evolucionando, con una poesía “cada vez más concisa, condensada, con poemas más sentenciosos y, por tanto, más chocantes”.

Margarit, cuya obra alcanzó “la misma altura lírica en catalán y castellano”, fue un poeta de “excepcional sensibilidad”, según la profesora de la Universidad de Salamanca, Lina Rodríguez Cacho, autora de la edición crítica Viaje hacia la sombra, publicada por Ediciones Universidad de Salamanca, con motivo de la concesión del galardón Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, por parte de Patrimonio Nacional y el estudio salmantino.

En castellano Margarit publicó Crónica (1975) y las ediciones bilingües, escritas por el propio autor, de Luz de lluvia (1986), Edad Roja (1995), Aguafuertes (1998), Estació de França (1999), Los motivos del lobo (2002), Joana (2002), El primer frío, poesía 1975-1995 (2004) y Cálculo de estructuras (2005).

En los últimos años publicó una suerte de memorias, Para tener casa hay que ganar la guerra, y en 2018 apareció recopilada toda su obra poética en un solo volumen, Tots els poemes (1975-2015), que se amplió dos años más tarde con la incorporación de Un hivern fascinant para dar lugar a Tots els poemes (1975-2017), publicados tanto en catalán como en castellano.

Definido como “el arquitecto de las palabras” por su formación arquitectónica, fue catedrático de Cálculo de Estructuras de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.

Además del Cervantes, Margarit fue distinguido con los más importantes galardones de poesía en el ámbito de la literatura castellana, como el Premio de la Crítica (1981 y 2007), el Premio Nacional de Poesía y el Premio Rosalía de Castro, ambos en 2008, el Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2017 o el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana 2019.

En una entrevista con El País, dijo que con la pandemia había vivido dos vidas paralelas. “Una maravillosa, el confinamiento. Yo he buscado toda mi vida estar confinado, pero no he podido. Y otra terrible, con un tratamiento por linfoma del que no sé cómo saldré y que, te digo también, tanto me da. Tanto me da, pero de verdad. Por decirlo rápido. No sé si al final acabará bien o no. Pero tengo 82 años y estafado no me puedo sentir. Bueno, si va mal, me moriré a los 83 y agradecido con la vida”.

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“UN POEMA SUYO ME SALVÓ LA VIDA”

De acuerdo con el poeta: “Con la poesía hay una responsabilidad personal y la alegría es asumirla. Para mí el objetivo es llegar al lector, como el del médico es el de curar. No quiero hacer comparaciones entre la medicina y la poesía, no quiero ser médico, ni cura, yo soy poeta. Ahora, que el poema ayuda a la gente es evidente y es una de las cosas más bonitas que hay. Hace unos meses en Madrid, estaba viendo una exposición y de repente se me acerca un señor grande y me dice: ‘Perdone que le moleste, pero un poema suyo me salvó la vida hace unos meses’”.


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