No pareciera ser el género que más preocupa en la Feria Internacional del Libro de Sharjah, aunque los poetas tienen algunos espacios de lectura y reflexión, porque en la parte de venta de derechos sólo un sello participó en las negociaciones y, además uno mexicano que pretende publicar en español a escritores de muchas otras lenguas, al tiempo de darle espacio a autores mexicanos, ellos mismos como protagonistas de ese proceso.
Así, la poesía también está teniendo su espacio en Sharjah, sobre todo a través del Círculo de poesía, una propuesta editorial que ha buscado llevar a la poesía de diversas partes del mundo al español, en especial al mercado mexicano, pero ahora pretenden compartir de que está hecha la poesía mexicana, en una especie de puente de ida y vuelta.
"Sharjah organiza una Publisher Conference, tres días antes de la feria como tal, donde nos reunimos editores de distintas partes del mundo, muchos de títulos infantiles, y de pronto llegamos nosotros, los únicos que llegamos con una propuesta poética, lo que generó un clima distinto", cuenta Roberto Amézquita, quien se encargó de participar en esta parte de la feria.
En ese intercambio se metió la idea para generar un clima de interés en los mercados editoriales alrededor de la poesía, lo mismo en asuntos de publicación que de distribución, incluso de ventas de derechos, aunque como también presentaron algunos de sus títulos, sobre todo de Alí Calderón y de Mario Bojórquez, la intención es que ese proceso se produzca de ida y vuelta.
"Resulta que muchos editores eran de libros infantiles, pero cuando empezamos a mencionar a algunos de los nombres publicados, se sentían sorprendidos porque sí teníamos a lo mejor de lo mejor de sus tradiciones poéticas, con lo cual quedó la posibilidad de trabajar de manera conjunta, pero tenemos un año, ahora que la feria de Sharjah será invitada de honor de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, en 2020", dijo.
Los otros invitados
No sólo los libros han estado presentes en Sharjah, también artesanos de Olinalá, músicos y bailarines de Oaxaca, el artista Fernando Leal Audirac y el chef Juan Ramón Cárdenas, quien no sólo aprovechó para presentar su libro La senda del cabrito, sino que hasta se trajo uno, ahora bien resguardado tras casi 20 horas de viaje, para ser preparado y degustado en cualquier momento.
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