Al agradecer las muestras de afecto, Héctor Aguilar Camín reveló los primeros pasos que dio desde que salió de su natal Chetumal para migrar a Ciudad de México, donde “por razones alimenticias” se hizo intelectual e historiador.
Con el ciclo “Biblioteca de autor”, una serie de cinco mesas, la Feria Internacional de Libro de Monterrey 2022 reconoció su trabajo como escritor, intelectual y periodista, en esta ocasión con la presencia de Jesús Silva-Herzog Márquez, Luis Rubio, Roger Bartra, Marta Lamas y Lisa Sánchez.
“Me hice escritor de la boca de mi madre y mi tía Luisa, con sus historias que me contaban de niño. Empecé a escribir a los 15 años sin saber lo que buscaba con la incertidumbre de que tarde o temprano llegaría. Durante años di vueltas en todas direcciones, el círculo secreto, volviendo por todos los caminos al mandato de la historia”.
“Empecé a escribir joven, pero publiqué tarde, mi primer libro de ficción fue la suma de novelas fracasadas… Mientras fracasaba en las novelas hice un trayecto como historiador y otro como periodista”, relató.
Penguin Random House lanzó Biblioteca de Autor de Héctor Aguilar Camín y se aprovechó para hacer una revisión de su obra.
Amigos y colegas
La última mesa dedicada al historiador y periodista se enfocó en su faceta como intelectual.
“Estoy aturdido de afecto y agradecimiento. Aparte de acudir aquí, mis amigos me han dado una experiencia única y me han revelado partes y facetas de mí que no conocía y otras muchas que no recordaba, Estoy como empapado y aturdido por su afecto y sus palabras. Gracias a Consuelo Sáizar, al Tec y a la Feria del Libro de Monterrey”, dijo en medio de aplausos.
Amigos y colegas
“Es una de las figuras importantes en mi vida, desde que lo conocí en los años 70. Fue mi jefe y Nexos fue mi pista de despegue. Héctor fue muy solidario de compartir el capital político y social que tenía, en el sentido de apoyarme en distintas acciones, como el arranque de la revista feminista”, señaló Lamas.
Silva-Herzog Márquez, opinó: “Es un intelectual republicano que asienta un sentido de responsabilidad. Un hombre que puede ver al mismo tiempo el árbol y el bosque; en ensayos y artículos se advierte el paisaje, pero no se pierde la minucia de lo que acontece. Es un intelectual que aprende en público y abre un camino a la reflexión de diferentes temas. ¿Quién tiene el almanaque de México en la punta de los dedos? Ese Google de historia, esa galería de políticos, pensadores, empresarios y periodistas; esa alerta de lo que acaba de acontecer. El intelectual que se arriesga a dar razones para la acción política”.
Héctor Aguilar Camín escuchaba. Se rió de una anécdota con Octavio Paz y su pelea literaria. Entonces el escritor se llevó una mano a la frente, mientras su esposa, Ángeles Mastretta, no dejaba de mirarlo desde su silla.
“Lo conocí hace 10 años en mi faceta de activista, conocí al aliado, al columnista. Durante un tiempo compartí un programa en MILENIO Televisión y me dio muchos consejos y ‘pases a gol’. Se convirtió en un mentor y me dijo: ‘Lisa, nunca pierdas el humor, pero recuerda una cosa, la ironía no es análisis’. El valor agregado que tiene Aguilar Camín es la generosidad, todos sus amigos, discípulos y colegas coinciden. A diferencia de otros intelectuales, él tenía la humildad que le daba a cada uno su lugar y permitió a todos desarrollarse. Héctor es un hombre que protege y que quiere”, declaró Sánchez.
Luis Rubio resaltó las columnas de Aguilar Camín en MILENIO, “siempre observando y analizando lo que sucede en el país. En Héctor se encuentra solidez y capacidad. Sustenta sus análisis y juicios. Lo que se ataca de Héctor es que exista un juicio crítico e independiente; su obra habla por sí misma, es una referencia obligada. El Estado puede no estar de acuerdo con él, pero sus textos son testimonios inexorables que hacen pensar y repensar ideas. Nadie puede ignorarlo y es un intelectual público, una referencia obligada para todos”.
Roger Bartra hizo una crítica sobre el gobierno de México con algunas de las declaraciones y columnas de Aguilar Camín: “La democracia se encuentra amenazada y son muy importantes las reflexiones brillantes de Héctor”.
Héctor Aguilar Camín escuchaba. Se rio con una anécdota con Octavio Paz y su pelea literaria. Entonces el escritor se llevó la mano a la frente y se dejó querer, mientras su esposa, Ángeles Mastretta no deja de mirarlo desde su silla.
Al final, Aguilar Camín comentó: “México seguirá vivito y coleando, cayéndose y levantándose en busca de su forma, la forma de enorme país, abundante y generoso que debe ser, pese al ciclón que en estos días le pasa por encima, como ‘Yanet’ pasó algún día sobre mi pueblo, sobre Chetumal”
El autor
Héctor Aguilar Camín (Chetumal, 1946) Escritor, historiador y periodista, su obra de ficción incluye las novelas Morir en el Golfo (1985), La guerra de Galio (1991), El error de la luna (1994), Un soplo en el río (1998), El resplandor de la madera (2000), Las mujeres de Adriano (2002), Mandatos del corazón (2003), La tragedia de Colosio (2004), La conspiración de la fortuna (2005) y La provincia perdida (2007). Ha reunido sus relatos en un volumen: Pasado pendiente y otras historias conversadas (2010).
Es autor de un libro de historia clásico sobre la Revolución mexicana, La frontera nómada. Sonora y la Revolución mexicana (1977), y de varios libros de reflexión y crítica sobre el camino de México hacia la modernidad: Saldos de la Revolución (1982), Después del milagro (1988), Subversiones silenciosas (1994), La ceniza y la semilla (2000), Pensando en la izquierda (2008) y, en coautoría con Jorge G. Castañeda, de los influyentes ensayos Un futuro para México (2010), Regreso al futuro (2011) y Una agenda para México (2012).
Fue fundador de la revista Nexos (1978), decana de la prensa cultural mexicana, de la que actualmente es director, también es columnista de MILENIO diario.
caov