Franz Kafka impactó al mundo con su obra literaria en la segunda mitad del siglo XX, y continúa haciéndolo en el siglo XXI. En su biografía, cuentos y en su famoso escrito Carta al padre se presentan los elementos que dialogan en su obra como la relación con su padre, quien fue retratado como una figura que ejercía el poder a través del autoritarismo.
Para entender la obra literaria de Franz Kafka, es necesario recordar el entorno donde creció. El escritor checo nació en 1883, y fue el hijo mayor de Herrmann Kafka y Julia Löwy, una familia judía que sufrió la pérdida de dos hermanos varones, que murieron al nacer. Mientras que sus hermanas Elli (1889-1941), Valli (1890-1942) y Ottla (1892-1943), su favorita y confidente, quienes fueron asesinadas en los campos de concentración.
Antes de que naciera Franz Kafka, su padre Herrmann vivió la violencia que era ejercida por los nacionalistas checos contra los negocios propiedad de “alemanes” —así le llamaban a la población germanófoba de Bohemia, ya fueran judíos o gentiles—. Ante la presión, Herrmann tuvo que modificar su nombre a Hermann, señala el escritor Louis Begley en su ensayo bibliográfico El mundo formidable de Franz Kafka (2009), editado por Alba Editorial.
Posteriormente, Hermann se estableció en Praga — donde nació el autor de La metamorfosis— como propietario de una tienda de ropa y accesorios de moda para caballos. Aunque su posición había mejorado, Herman restregaba a sus hijos la extrema pobreza y las carencias que vivió en su infancia y juventud. Algo que no toleraba Franz Kafka.
“Es desagradable escuchar a padre hablar con constantes insinuaciones sobre lo afortunada que es la gente hoy en día y los padecimientos que hubo de soportar él en su juventud. Nadie niega que durante años, por falta de ropa de abrigo, tuviera llagas abiertas en las piernas, que pasara hambre ni que con apenas 10 años tuviera que empujar un carro de pueblo en pueblo. (…) ¿Sólo porque no he pasado por esas mismas penalidades debo estarle eternamente agradecido? Y estaría encantado de oírle hablar largo y tendido de su juventud y sus padres, pero escuchar todo esto en tono arrogante y belicoso es un tormento” escribió en una carta Franz Kafka que rescata Louis Begley en su ensayo.
Franz Kafka vivió agobiado por los ‘métodos educativos’ de Hermann, su padre. Cuando tuvo el valor de enfrentarlo con Carta al padre, para describirle la censura y las situaciones que vivió bajo su autoridad. La madre de Kafka no cumplió la petición de su hijo de entregársela.
“Tú me decías: ‘Ni una palabra más’ y con ello querías acallar en mí las fuerzas contrarias que te eran desagradables. Pero tal influjo era demasiado fuerte para mí, yo era demasiado obediente y enmudecí del todo, me oculté de ti y sólo osaba moverme cuando estabas tan lejos que tu poder, cuando menos directamente, ya no me alcanzaba”, escribió en Carta al padre.
La autoridad de su padre no sólo generó mucha desesperanza en el día a día de Franz Kafka, sino que inspiraron las aventuras de los personajes en sus cuentos, novelas y relatos cortos.
Franz Kafka y su obra ‘La metamorfosis’
Desde la publicación de Carta al padre se le ha dado una interpretación psicoanalítica a la obra entera del escritor checo. Una de ellas ha sido la famosa obra La metamorfosis, donde su protagonista Gregorio Samsa se define en la autoridad que ejerce la figura paterna.
En La metamorfosis, Kafka narra la historia de Gregorio Samsa, un comerciante de telas que mantiene a su familia con su sueldo. Tras una noche que no recuerda, amanece convertido en un enorme insecto que asemeja a una cucaracha.
Algunos analistas de la obra de Kafka creen que el escritor reflejó la frustración que tuvo para hacer valer su existencia ante la opinión de su padre.
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