Garza denuncia la esclavitud sexual

Presentó ayer ‘Márcame, amo. La verdadera historia de Keith Raniere y sus esclavas mexicanas’.

La autora en La Capilla del Palacio de Minería. (Carolina Arteaga)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

En su infancia, Roberta Garza estuvo cerca de una secta o un grupo que se aprovechaba de distintas maneras de la gente, por lo cual alcanzaba a entender de qué se trataba el caso de Keith Raniere y sus esclavas sexuales, aun cuando los detalles jamás dejaron de sorprenderla.

“En un principio pensé que era una historia que quedaría en un tipo de estafa, donde los cursos (que ofrecía su empresa NXIVM) costaban tres, cinco y 10 mil dólares, eran espejitos, porque realmente lo que te vendían eran técnicas en las que te decían que tú podías salir adelante. Lo que hacía era tomar conceptos de cienciología, de los esquemas piramidales de ventas, amalgamándolas en una serie de manuales”, recuerda la colaboradora de MILENIO.

Sin embargo, cuando empezaron a salir las historias de terror, donde se torturaba a esclavas sexuales que vivían en un harem formado de manera piramidal —las primeras ocho esclavas tenían que reclutar a ocho más y así sucesivamente—, se propuso escribir el libro Márcame, amo. La verdadera historia de Keith Raniere y sus esclavas mexicanas (Ediciones Cal y Arena, 2019), presentado ayer en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería.

“Lo hice un poco, porque lo debía haber hecho en mi infancia, cuando viví con el otro grupo. No lo hice, porque uno se tarda mucho en salir de una situación así, en adquirir cierto valor, perspectiva o lucidez para ofrecer un panorama claro de lo que está pasando en esos momentos.

“Me interesaba demostrar las maneras en que podemos engancharnos en este rol de sumisión y de entrega, porque lo más tremendo de esto es que la estructura fue empujada principalmente por mujeres: ellas fueron tanto víctimas como victimarias, entregadas totalmente por decisión propia. Y eso es algo que me parece tremendo, parte de un problema social mayor”, enfatizó Garza.

En la presentación en la también participó Julieta Lomelí, José Luis Martínez S., director del suplemento Laberinto, definió al volumen como una lección, porque permite asomarnos al abismo y, al mismo tiempo, conocer la personalidad del líder de esa secta, aparentemente sin mayores atributos para destacar.

Márcame, amo es un libro que se lee con vértigo, no deja lugar a los respiros y nos muestra todas las complicidades que se tejieron para el ascenso de Keith Raniere: Roberta Garza hace observaciones que nos permiten conocer la naturaleza de este personaje y, de alguna manera, la naturaleza del mal”, argumentó Martínez S.

LAS MÁS VISTAS