La anécdota la tomó Francisco González Crussí de un libro de un cronista francés de principios de siglo XVII, quien narra la historia de un italiano que va a confesarse y le dice al padre sus experiencias: una vida promiscua y desordenada: “El padre se indigna, y al final de la confesión lo amonesta muy seriamente: ‘Te vas a reformar, ¿te vas a portar bien de ahora en adelante?’, le pregunta y la respuesta oscila entre el humor y la realidad: ‘Sí, padre, pero ahora hable usted con esta bestia’ y le muestra la parte genital”.
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“La pasión sexual desbordada es causa de miles de acontecimientos nefastos, crímenes, adulterios, difamaciones. Esto basta verlo por la inhabilidad del hombre de poder sujetar sus pasiones. La bestia que llevamos dentro puede ser causa de errores nefastos, pero también es causa de acciones positivas: la creatividad del ser humano tiene mucho que ver con las hormonas, etcétera”, cuenta el patólogo y escritor a propósito del lanzamiento de Las folías del sexo. Ideas y creencias sobre el sistema genital (Debate, 2020).
HUMOR Y CONOCIMIENTO
El profesor emérito de la Facultad de Medicina de la Universidad de Northwestern, en Chicago, se propuso conjuntar el entretenimiento con el conocimiento: transmitir al lector alguna información de tipo científico, médico o de otra naturaleza, junto con anécdotas, humor, “porque el conocimiento a secas puede ser aburrido, enormemente aburrido”, dice convencido el autor de títulos como Notas de un anatomista, La enfermedad del amor o El rostro y el alma.
“Hay animalidad en el ser humano, de la cual el sexo es una parte prominente y representativa; y está el lado de la espiritualidad, la vida mental, del raciocinio, del intelecto. El dilema de todos los humanos está en la crisis existencial producida por la partición entre nuestro ser angélico y nuestro ser animal. Unos quisieran sucumbir a lo bestial, pero no se puede: yo, que soy patólogo y he visto los órganos, sé que somos medio ángeles y medio bestias”.
Ya en tiempo de los griegos, siglos antes de Jesucristo, era una tradición que los órganos genitales, tanto masculinos como femeninos se consideraban una bestia: apreciaban la razón, el intelecto “y los órganos genitales no obedecen a los mandatos de la razón.
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“Hay muchas cosas que yo mismo aprendo haciendo el libro –explica el médico–. Encuentro los chistes lo mismo recordando mi infancia y mi juventud que transitaron en un ambiente humilde de Ciudad de México, en una colonia proletaria, apropiadamente llamada la colonia Obrera. Con ese contexto de los primeros 25 años de mi vida no es muy difícil encontrar el aspecto chusco o jocoso, incluso, de los temas más solemnes que se pueda uno imaginar”, lo que plasma Francisco González Crussí en Las folías del sexo.
Y ADEMÁS
LA LOCURA, EL BAILE Y EL JUEGO
Dentro de las diferentes acepciones de la palabra folía, el doctor Francisco González Crussí eligió una que está en desuso para darle título a su más reciente libro, la que se refiere a la locura, al baile y al juego. De esta manera, el lector de Las folías del sexo, junto a la información, se encontrará si no con un chiste, por lo menos con una alusión de tipo literario, no puramente médica o biológica, en palabras del médico patólogo.