Leona Vicario forjó su espacio en la insurgencia

El autor Alejandro Rosas lanza ensayo biográfico sobre la heroína de la Independencia.

La biografía fue ilustrada por Daniel Silva Páramo. (FCE)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

Uno de los aspectos más interesantes de la biografía de Leona Vicario fue la defensa que ella misma hizo de su papel en la lucha por la Independencia, sobre todo tras la acusación de Lucas Alamán de que se había unido por amor a Andrés Quintana Roo. “Seguramente cuando respondió le rompió el corazón, porque le dijo que estaba equivocado, que se había unido por principios, porque creía en un México independiente. Jamás fue por amor a nadie, más que a México.

“Este es un buen principio a un personaje que defendió su posición, aunque luego terminó siendo una mujer de acuerdo con el rol femenino de su época: ama de casa, pendiente de su familia. Ella misma se forjó su propio espacio en la insurgencia”, a decir de Alejandro Rosas, autor del libro Leona Vicario (FCE, 2020), un ensayo biográfico en el que recupera aspectos fundamentales no solo de la vida, sino de las luchas emprendidas por la insurgente.

Aparecido dentro de la colección Vientos del Pueblo, el divulgador de la historia reconoció la importancia de recuperarla a través de la política, en especial porque escuchamos su nombre en las noches del grito en este siglo –el primero fue Vicente Fox y, desde luego, el presidente López Obrador la ha mencionado, y fue su gobierno el que estableció que 2020 fuera el año Leona Vicario–, aunque sí es un personaje desconocido, “sobre todo porque seguimos con esta visión machista o masculina de la historia.

“La historia se va construyendo desde el patriarcado. Por eso, ahora que está tan en boga lo del feminismo y la equidad de género, por más que quisiéramos encontrar el equivalente femenino de Hidalgo, de Morelos, de Victoria, de Madero o de Juárez, no es posible, porque el rol de la mujer estaba muy definido. Encontramos estos casos en una segunda línea de hombres y mujeres en los cuales se sustentó la lucha de los grandes personajes. La manera en que contamos la historia tiene una óptica totalmente masculina”.

SITUACIONES CONCRETAS

El ensayo biográfico de Alejandro Rosas pretende complementar esa narrativa masculina que constituye la Historia, con una narrativa femenina, pero sin querer meter conceptos del siglo XXI a aquella época, bajo la certeza de que a los personajes históricos hay que ubicarlos en su contexto.

“Leona tuvo una formación intelectual muy libre, sus papás le permitieron leer todo lo que pudiera: educarse en artes, estar cerca del tío, un abogado prominente del México novohispano y relacionado con la corte. Sabía perfectamente de qué se trataba el asunto de la independencia: no quiero que terminemos hablando, como ahora se hace con Sor Juana, que era feminista. No es cierto, ni existía el término, ni la concepción de liberación. En este caso, son personajes muy concretos en situaciones muy concretas”.

Leona Vicario, que cuenta con ilustraciones de Daniel Silva Páramo, muestra a una luchadora consciente de que la Independencia era un asunto necesario. “Vivía en una muy buena casa en la Ciudad de México y, sin embargo, decidió seguir la causa de la insurgencia y poner buena parte de los recursos al servicio de esa causa. Es la principal lectura que podríamos dar”.

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EL COMPROMISO CON LA PLUMA

Hay distintos aspectos que se han resaltado de Leona Vicario, como el hecho de ser de las primeras periodistas en el país. No “es exagerado decir que fue la primera columnista en la prensa independiente, en un momento en que era muy raro contar con un espacio, aun cuando no haya tenido una labor periodística constante”, a decir de Alejandro Rosas. Lo más importante es convertirla en el eje para recuperar a los personajes de “segunda línea” de forma permanente, porque “ahí están y se entregaron a las causas con plena convicción”.

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