La literatura de la onda, una corriente que surgió en México en la segunda mitad de los años 60, desafiaba las convenciones literarias establecidas al adoptar personajes, lenguajes y temáticas disruptivas.
En el video del 50 aniversario de México 68, Canal 11 se contextualiza que la inspiración en la generación beat estadounidense fue fundamental para un grupo de jóvenes escritores mexicanos que se sumergieron en una narrativa cuestionadora de las normas existentes, dando inicio a una exploración literaria sin precedentes.
En medio de la transformación cultural de la época, marcada por cambios en la brecha generacional, la liberación femenina, la moda vanguardista y la expresión individualista, la literatura de la onda se convirtió en la voz de la juventud inconformista. La crítica al gobierno, la desafiante experimentación con drogas y sexo, junto con la libertad de expresión, definían la realidad de una generación decidida a romper con las restricciones establecidas.
En el documento escrito por Ignacio Trejo Fuentes, "La literatura de la onda y sus repercusiones", se destaca cómo esta corriente evolucionó al incorporar el lenguaje juvenil y abordar temas como la desintegración social y la nueva conformación de la sociedad. La ciudad misma se convirtió en un personaje, mientras la música y la cultura pop ambientaban las narrativas, otorgándoles una autenticidad que destacaba frente a la literatura convencional. El objetivo era que los jóvenes fueran los narradores de su propia generación, alejándose de la perspectiva adulta que no comprendía completamente su realidad.
Además, se revela que el término "literatura de la onda" fue acuñado por la escritora Margo Glatz Shapiro, ya que los jóvenes, especialmente los adolescentes capitalinos, usaban la palabra "onda" para referirse a cierta pertenencia, estatus determinado, algún estado de ánimo o la comunicación de ideas.
Los mayores exponentes de la “literatura de la onda” fueron José Agustín, quien con La tumba marcó el inicio de la literatura de la onda, en 1964; y Gustavo Sáinz, autor de la novela Gazapo, publicada en 1965.
No obstante, Pasto Verde (1968) de Parménides García Saldaña se erigió como la obra emblemática de la época, destacando por su lenguaje coloquial y su enfoque dirigido al público joven, convirtiéndose en un fenómeno literario que capturó la esencia de la rebeldía y la identidad de la juventud de la onda.
La literatura de la onda, nacida en la efervescente década de los 60 en México, fue un fenómeno literario que trascendió las páginas para reflejar audazmente la esencia de una juventud en plena transformación. Moldeada por la rebelión contra las normas establecidas, convirtiéndose en un medio de expresión auténtico y provocativo.
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