Cenotes y comunidades en peligro, mineros en riesgo, el tren maya y la agonía del jaguar, la violencia en la tala clandestina o la historia de una termoeléctrica que envenena al valle de México son algunos de los reportajes de largo aliento de Colapso México, publicado por Grijalbo.
El periodista Mael Vallejo, coordinador del libro, dice en entrevista con MILENIO que no es un obituario ni una exhibición fúnebre: “Aun en los peores momentos hay gente que intenta cambiar las cosas”.
El libro se compone de ocho textos poderosos, como el de Karla Casillas, que narra la batalla de los habitantes de Homún, en Yucatán, contra una granja porcícola que contamina los cenotes.
Alejandro Melgoza escribe sobre los peligros que sufre el jaguar ante la construcción del Tren Maya; Alejandra Sánchez muestra la devastación del mar de Sinaloa por la pesca indiscriminada y el mal manejo de la basura, Alberto Pradilla se adentra en Tula, Hidalgo, donde una central termoeléctrica envenena no solo sus habitantes sino a todo el valle de México.
¿Cómo deciden reunir los textos para el libro?
Nos dimos cuenta que, aunque esta crisis climática es algo de lo que se habla, mucho en general, en otros países hay una cobertura bastante intensa y a profundidad de lo que sucede pero en México, aunque hay una buena cobertura, no se hace a profundidad. Decidimos hacer ocho historias que cruzan por todo el país, no queríamos que solamente fuera en el Valle de México o en la zona centro, por eso hay reportajes de Coahuila, Sinaloa, Chiapas o Yucatán para intentar mapear lo que está sucediendo en el país con este tema.
¿Cuál es el hilo conductor?
Todo tiene que ver con la falta de interés por parte del Estado de regular lo que está sucediendo con las empresas, ya sea estatales o privadas, para poder terminar con la depredación de todo el medio ambiente. Hay una convivencia por parte de las autoridades con las empresas, es decir, hablamos de, quizá, actos de corrupción y, en el mejor de los casos, al menos un desinterés donde hay una falta de políticas públicas para impedir que esto siga avanzando.
El libro tiene historias muy poderosas que de inmediato conectan con el lector.
Creo que en la cobertura de la crisis climática, el problema es que queda ahí, como si fuera algo etéreo, dan datos duros de emisiones donde se habla del crecimiento de la temperatura y cosas así, pero normalmente no nos presentan a las víctimas, que en realidad somos todos. Por ejemplo, lo que pasa en Tula con la termoeléctrica y las emisiones que realiza también es algo que nos afecta en nuestro día a día, con todo lo que estamos respirando y las enfermedades respiratorias que van creciendo. En cada uno de estos reportajes hay una víctima clara a escala comunitaria, a escala local.
No intenta ser un libro catastrofista.
Exacto, no es que solo diga: ‘Bueno, este es el problema y ya, pues ya morirnos todos’. No queremos eso. En cada uno de estos reportajes hay alguien desde la sociedad civil con poco o mucho poder intentando frenar esta destrucción. El caso más claro es el de Homùn: el problema llega a la Suprema Corte y hay todo un proceso de lucha, pero lo mismo sucede en Culiacán con la gente que está yendo con los pescadores para intentar enseñar cómo hacer una pesca menos extractiva, que limpian las playas. Lo mismo en Coahuila, la zona minera, buscando que los mineros puedan tener una vida distinta. En cada reportaje hay un David peleando con un Goliat que intenta frenar la depredación de las empresas, ya sea estatales o privadas. Nos pareció importante rescatar que todavía se puede actuar.
¿Hace falta mayor atención del gobierno?
Es un tema de política pública, es decir, más allá de quedarnos con los discursos de los políticos que siempre van a decir que están haciendo lo que tienen que hacer, no solamente en México sino en el mundo. Lo podemos ver en la COP, sobre el Cambio Climático, donde todos dicen que es un serio problema y hay que actuar. Después te das cuenta de que no cumplen la mayoría de los acuerdos, es lo que también sucede en México.
En los reportajes se mencionan violaciones a la ley.
No solamente se tendría que regular y castigar a quienes están cometiendo estos ilícitos sino también brindarle oportunidades a la gente que quiere hacer cosas distintas. Creo que hay que exigirle al Estado que ponga orden y también a las empresas. Hay que actuar al respecto.
El reportaje sobre los jaguares y el Tren maya es impresionante.
Sin duda. Están estos guardianes de los jaguares buscando protegerlos con tres pesos de presupuesto. Los ambientalistas le están señalando el gobierno que esto no se debería hacer y de todas formas están pasando por encima, no es un tema de esto sexenios, pero este es el gobierno que no está haciendo las cosas y a quien habría que exigirle que sí realice estas acciones, pero sobre todo que escuchen. Pero también pasa que no hay el suficiente personal público, funcionarios para que esto no suceda. Hay comunidades que están pidiendo que no destruyan su río, su montaña, que no talen su bosque y sigue sucediendo. Otro tema importante es que siguen asesinando a los defensores del territorio como nunca antes. Y aunque no sea el Estado solamente, sí hay funcionarios que son responsables de estos asesinatos, aunque no fuera solo eso, de todas maneras son responsables de no estarlos cuidando y de no estar acompañando sus luchas para frenar la devastación del medio ambiente.
Colapso México es como un S.O.S. ¿Lo ves así?
Sí, totalmente. Es un llamado de auxilio a señalar que esto no es algo no haya forma de frenarlo, pero que sí estamos muy cerca de eso si no actuamos en este momento. Lo que sucede también es que llevamos escuchando tanto tiempo este tema de crisis climática, que nos pasa en México (como nos pasó con el narcotráfico y la violencia) que lo fuimos normalizando y eso es lo que está sucediendo. No estamos poniendo la suficiente atención: siguen asesinando defensores y ya no hay una movilización social, siguen matando jaguares y ya tampoco es un tema que aparezca en los medios, entonces hemos decidido, también como sociedad, audiencia y lectores, normalizar esto. El libro es un grito de S.O.S de que necesitamos actuar en este momento.
Imagino que se quedaron varias historias fuera del libro.
Hay muchísimos otros temas. Intentamos hacer un mapeo a lo largo del país sobre lo que está sucediendo pero no es todo lo que está pasando. En cada uno de los Estados hay historias. Esto solo es una pequeña muestra de lo que pasa en México.
El autor
Mael Vallejo es periodista. Actualmente es editor de Post Opinión, la sección de opinión en español de The Washington Post, y columnista en Milenio. Fue director editorial y editor general de medios como Esquire Latinoamérica, Chilango y Animal Político. Ha sido ganador de los premios Nacional de Periodismo y Rostros de la Discriminación. Coeditor del libro Los 12 mexicanos más pobres. Coordinador y profesor en diplomados de la Universidad Nacional Autónoma de México
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